Habitantes de comunidades como Plomosas y La Rastra, pertenecientes al municipio de Pueblo Nuevo, que fueron desplazados por la violencia en la región permanecen a la intemperie y sin apoyo de las autoridades en un predio de la capital.
Se trata de un grupo de al menos 80 personas, entre las que se cuentan adultos mayores, mujeres, hombres, niños, niñas y bebés que huyeron de sus lugares de origen hace poco menos de un mes luego de que un convoy de al menos 13 vehículos, en el que viajaban hombres armados, atacó a las comunidades.
De acuerdo al testimonio de los desplazados, tras el ataque huyeron "con lo que traían puesto" y cuando llegaron a la capital la instrucción fue que se pusieran en contacto con sus familias para que estas los hospedaran, sin embargo esto no ha sucedido y ahora sobreviven sin resguardo y sin ingresos en un predio del sur de la ciudad.
Para la delegada estatal de asociación civil Pro Libertad y Derechos Humanos, Norma Luna, las autoridades están obligadas a brindarles un espacio en el que puedan vivir mientras se resuelve su situación.