El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inició la semana con su habitual conferencia matutina con medios de comunicación, desde Palacio Nacional.
En el acto, tras presentarse el Quién es quién en los precios de los combustibles, se presentó un reporte de la subasta de bienes realizada ayer por el Instituto para devolver al pueblo lo robado, y el presidente reiteró que el dinero recaudado será para financiar bandas musicales en el estado de Oaxaca.
Posteriormente, en video, se informaron los avances en proyectos del Gobierno federal como el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería en Dos Bocas.
Sobre el Tren Maya, el titular del Ejecutivo federal reiteró que se someterá a consulta, para que la gente decida, aunque consideró que sería "lamentable" que no se hiciera la obra.
Como cuarto punto de la conferencia, el Gobierno mexicano, a través del canciller Marcelo Ebrard, fijó su postura sobre la crisis en Bolivia, que culminó con la dimisión de Evo Morales.
"Es un golpe, porque el Ejército pidió la renuncia del presidente", advirtió Ebrard, quien llamó a restablecer la democracia en Bolivia.
"Vamos a solicitar una reunión urgente de la Organización de los Estados Americanos", indicó el secretario de Relaciones Exteriores, al tiempo que señaló que se hará valer el derecho de asilo y que el Gobierno mexicano estará atento de la situación de los connacionales en el país.
Ebrard agregó que lo ocurrido la víspera "es un retroceso para todo el continente" y descartó que encienda las alertas en México, dado lo robusto de la democracia nacional.