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Singularidad económica

Se Necesitan Voces Dispares

SINGULARIDAD ECONÓMICA

Se Necesitan Voces Dispares

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SOFÍA GAMBOA
"La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo."

— Isaac Newton.

Jueves 15 de marzo del 2015: Primer día de trabajo como Subdirectora de Recursos Financieros en la Comisión Nacional de Derechos Humanos ubicada en Periférico Sur 1922, Col. Tlacopac, Del Álvaro Obregón, Ciudad de México. Antes de llegar al trabajo me chocan.

Viernes 16 de marzo del 2015: Tomo Uber desde mi casa para acudir al trabajo. La conductora, una mujer con un gran sobrepeso, introvertida, habitante del municipio de Ecatepec. Sobre nuestra plática fue respecto a que en su barrio era víctima de bullying, era de ese tipo de bullying que no puede ser desapercibido, en el que había pensado mucho tipo de soluciones hasta quitarse la vida. Necesitaba urgente que algún ente del gobierno interviniera en su protección, así que al llevarme a mí a la CNDH pensó que yo podría ser quién comentará su caso y la apoyará. Triste respuesta cuando le comenté que esa no era parte de las actividades de la CNDH y a que área gubernamental acudir. Si digo triste es por qué en primera, ¿si eso no era una actividad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos entonces cuál era su labor? ¿Qué lo que a ella le sucedía no era que le infringían un "derecho humano"? También al decir triste es por qué sabía que a dónde la mande no era un lugar al que le tuviera mucha confianza para que le resolvieran su tema. Espero que esta persona el día de hoy se encuentre bien y haya podido resolver su tema.

Pasaron los siguientes casi 3 años encariñándome con la Institución y con las personas que laborábamos ahí. El área financiera nos dedicábamos a reorientar el presupuesto para actividades y programas que tuvieran impacto. En un tiempo en dónde crecían los atropellos de los empleados gubernamentales a nivel federal en el país hacia los civiles, y siendo la defensa de estos la verdadera labor de la CNDH, buscábamos hacer, bajo esta reorientación, una CNDH que tuviera un papel más proactivo en la defensa de los derechos humanos y menos reactivo. Educar primero, antes que lamentar.

Al presidente Luis Raúl González Pérez, lo llegue a estimar. Un hombre sencillo, que al llegar al edificio con un estacionamiento subterráneo decidía subir a su oficina, sexto piso, por las escaleras para poder ir saludando a toda persona que estuviera en su camino, admirable su memoria para aprenderse nombres. Unas pláticas formidables en su oficina, un discurso cautivador cuando hablaba con el personal de la dependencia en el que se refería a este como tripulantes al igual que él de un barco, en el que había fecha de salida, pero también fecha de llegada y que la suma del esfuerzo de todos hablaría de cómo nos iría en las mareas. Prolifero discursos sin temor y señalando la falta de derechos humanos en el país como cuando dijo en la residencia de Los Pinos en el aniversario XXV de la Institución "en cuestión de derechos humanos hay que predicar con el ejemplo", así como al final del sexenio "Con Peña, balance desfavorable en derechos humanos".

Es en el edificio que anteriormente mencioné, Tlacopac, en dónde me tocó vivir el terremoto del 19 de septiembre. Recuerdo cómo bajábamos corriendo las escaleras, el ombudsmán nos dejaba pasar a todos. Primero su gente, después él.

Si decidí salir de ese trabajo en el que tuve un ambiente de compañerismo y que fui integrando a mi vida personal, no fue más que por nuevos retos personales, así como por la creencia de que entre más personas en la rama financiera que trabajarán por la inclusión financiera, la pobreza e ignorancia -mal que aqueja al país y que acrecienta la violación de los derechos humanos-, podrían ir disminuyendo. Me mudé a mi siguiente posición.

El día de hoy el barco del Lic. Luis Raúl González Pérez ha llegado a su destino, y no hace más que ponerme nostálgica y también quedar en la duda de cómo será la próxima Presidencia en la CNDH en una época en dónde aún más se acrecienta la violación de los derechos humanos. En una época en donde resulta que a los "fifís" se les debe de tratar con la punta del pie y que el hecho de estudiar en una universidad privada ya te convierte en "fifí" cuando ni siquiera se sabe de qué manera se solventaron tus estudios, si tuviste beca, si tus padres sudaron hasta la mínima gota para pagar o de donde salió dicho recurso. En una época en donde no se han solventado las confrontaciones con el Ejército.

Me inquieta que todos los ejes apunten para el mismo lado, y recuerdo lo que enseño en las clases de Dirección Estratégica que imparto, en el que les digo a los estudiantes de maestría que un buen equipo está basado en base a la innovación y que para atraer innovación se genera por medio de la heterogeneidad. Ser homogéneos dentro de las organizaciones no nos lleva a nada ya que no surgen diversos criterios, todos empiezan a comportarse como la cabecilla del grupo y no logran entender si algo está bien o mal.

Espero que la activista Rosario Piedra conlleve la fuerza que requiere ese papel para realmente "terminar con la simulación y señalar las violaciones de derecho humanos que comenta el Estado", como ella se ha referido. Que pueda construir la justicia y lograr la paz del país desarrollando un papel en donde no le tiemble la mano para emitir las recomendaciones necesarias. No entrar en ser "juez y parte", que logré identificarse como juez y no como parte.

Hoy, tan solo, me quedo con las palabras que dijo González Pérez "si a ella le va bien, les va bien a las víctimas".

@GamboaSofia

Escrito en: Singularidad económica derechos, humanos, CNDH, dónde

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