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Jaque Mate

Del CEL al cel

Jaque Mate

SERGIO SARMIENTO
"Una transición a energía limpia es hacer una inversión en el futuro".

— Gloria Reuben

E acuerda usted de Jorge Amaya Mendívil? Fue el candidato que el gobierno federal propuso en febrero para la Comisión Reguladora de Energía al que cuando la senadora Xóchitl Gálvez le preguntó qué era un CEL, un Certificado de Energía Limpia, respondió mostrando su teléfono celular: "Esto es un cel". En abril fue nuevamente candidato a la CRE y una vez más fue rechazado por su falta de conocimiento técnico, incluso después de que sacó notas para consultar sus respuestas.

Quizá el gobierno, sin embargo, vaya a convertir a los CEL en simples celulares o en un término que no designa nada. En su afán por devolverle a la Comisión Federal de Electricidad el papel de monopolio que tenía, el director general Manuel Bartlett y la secretaría de energía Rocío Nahle parecen decididos a debilitar las medidas aplicadas para promover la generación de energía limpia.

Los CEL fueron creados en 2013 para promover la inversión en energía limpia. La Secretaría de Energía, sin embargo, ha emitido disposiciones que cambian las reglas sin pasar por una consulta popular, como requería la ley, pero que además afectan de manera retroactiva a los productores privados de energía limpia.

Los CEL buscan generar incentivos para la inversión en nuevos proyectos o en modernizaciones de plantas que generan energía limpia. El propósito, señala Julio Valle, director adjunto de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, era subir el porcentaje de energías limpias de 20 por ciento a 35 por ciento para 2024. El cambio de reglas, sin embargo, se convierte ahora en un obstáculo. La Sener tomó la decisión de reconocer estos CEL a la CFE por proyectos que no son nuevos ni producto de una modernización. Esto representa una simulación que llevará a la idea de que estamos generando más energías limpias sin realmente elevar el total.

Esta modificación retroactiva de las reglas del juego afecta a inversiones por valor de 9 mil millones de pesos. La información disponible sugiere que cuando menos seis empresas privadas de generación eólica y fotovoltaica han promovido amparos contra las nuevas reglas: la estadounidense AES Corp., la Italiana Enel SpA, la francesa Electricité de France, la británica Cubico Sustainable Investments y las mexicanas Zuma Energía y Balam Fund (Bloomberg, 20.11.19).

La CFE ha señalado que su empresa subsidiaria Generación V produce electricidad a un costo muy elevado, de 1,568 pesos por megavatio/hora (MWh), mientras que las nuevas centrales de ciclo combinado tienen costos promedio de 820 pesos. Reducir las compras de energía limpia, según este argumento, mejorará las finanzas de la CFE.

Julio Valle, sin embargo, me dice que la última subasta de energías limpias resultó en un precio de 400 pesos por MWh mientras que el costo de generación de todas las plantas de la CFE, no solo las de gas de ciclo combinado, fue de 1,600 pesos. En otras palabras, las energías limpias son hoy suficientemente baratas para ser competitivas. Además de mejorar el ambiente, ahorran recursos.

La emisión de CELs por la CFE sin cumplir con las reglas previamente establecidas devalúa estos certificados. Si seguimos por el actual camino, llegará un momento en que se volverá verdad la afirmación ignorante de Amaya: un CEL será ya solo un celular. Los perdedores seremos los mexicanos, que terminaremos pagando más por una electricidad más sucia.

Ya no hay siquiera el intento de ocultar la decisión de llenar los organismos autónomos o independientes con incondicionales del régimen. Lo vimos con los nombramientos de Rosario Piedra en la CNDH y de Loretta Ortiz y Verónica de Gyves a la Judicatura Federal. Lo mismo ocurrirá hoy, seguramente, con la terna para la Suprema Corte.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate energía, energías, embargo,, Energía

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