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Personas con discapacidad, entre la pobreza y la indiferencia de la sociedad

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Personas con discapacidad, entre la pobreza y la indiferencia de la sociedad

Personas con discapacidad, entre la pobreza y la indiferencia de la sociedad

CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

El pasado 23 de octubre se dio la noticia de la muerte de un hombre de alrededor de 40 años, quien pereció en un incendio que arrasó con el cuarto en donde se encontraba. Fue una verdadera tragedia que resonó aún más en los medios de comunicación debido a que se dio a conocer que esta persona sufría una discapacidad y que lo mantenían encadenado, así que no tuvo la menor oportunidad de salvarse una vez que iniciaron las llamas.

Para muchas personas podría parecerle increíble que en la sociedad actual una persona con discapacidad pueda encontrarse en semejantes condiciones pero por desgracia sucede y más aún cuando la discapacidad se presenta en hogares de escasos recursos económicos y poca educación al respecto.

El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporta que un 54.1 de las personas con discapacidad (PCD) viven en pobreza y con un limitado acceso a los servicios de salud. Es un espiral del que difícilmente se puede salir: la pobreza puede llevar a la discapacidad al no poder atender correctamente algunos padecimientos y la discapacidad genera más carencia de recursos económicos al verse imposibilitados a trabajar por las pocas oportunidades que existen.

Ahora bien, cuando una familia recibe a un nuevo integrante que presenta alguna discapacidad suele verse rebasada por la situación y en muchas de las ocasiones, la responsabilidad del cuidado y atención recae sobre las mujeres. Las familias hacen lo que pueden para sobrevivir con muy pocos aliados de su lado.

Los tres niveles de Gobierno tienen muchos asuntos pendientes para lograr una verdadera inclusión de las PCD. Uno y otro evaden sus responsabilidades que tienen incluso por ley y tratados internacionales que ha firmado el país. Así que las asociaciones de la sociedad civil son las que apoyan aunque sus recursos también suelen ser limitados.

Hay pocas opciones para el tratamiento y atención de las PCD y los centros gubernamentales para este fin están saturados; los privados son inalcanzables para muchos y tienen que optar por algún préstamo que solo complica más su situación económica. Los centros educativos del sector público no son incluyentes con los menores de edad con discapacidad, los excluyen y no se ve para cuando haya una verdadera reforma educativa al respecto pues están más interesados en las cuestiones sindicales.

Pero la falla no solo es del Gobierno sino de la sociedad en general, de lo poco sensibles y empáticos que somos con este sector de la sociedad.

En México, se estima que hay más de siete millones de PCD y es el grupo poblacional mayor a 60 años el que tiene una mayor incidencia. La realidad es que todas las personas tenemos un riesgo latente de sufrir alguna discapacidad: un accidente, una enfermedad, puede cambiarnos la vida de un instante a otro. Tengámoslo siempre presente.

PUNTO Y APARTE.- Habitantes de al menos siete municipios atraviesan por una difícil situación debido a que parte de su patrimonio resultó afectado a raíz de las intensas lluvias que generó el frente frío 19. Por fortuna, una vez más, la solidaridad de los duranguenses se mostró con el envío de algunos enseres electrodomésticos y alimentos a las personas afectadas además de que se ha dado la declaratoria de emergencia por parte de la Coordinación Nacional de Protección Civil.

En medio de esta contingencia, resulta oportuno hacer una reflexión. Como seguramente ha escuchado, uno de los municipios afectados fue Tepehuanes, especialmente su capital. Pues bien, platicando con algunos de los habitantes de dicho lugar, comentan que si bien es cierto hace muchos años no se presentaba una inundación, ya habían atravesado por algo así.

La cuestión es que con el paso del tiempo, al ver que el río presentaba poca agua y que era "seguro", optaron por construir cada vez más cerca de él, sin la adecuada planeación al respecto por lo que los daños ahora fueron cuantiosos.

Los seres humanos siempre cometemos el mismo error: minimizamos a la naturaleza, la ignoramos. En vano repetimos el dicho que reza "el agua siempre encuentra su camino", hasta que de nueva cuenta nos recuerda que el espacio es suyo y lo hemos invadido.

Nos leemos en Twitter: @citlazoe

Escrito en: Nota al margen discapacidad, personas, sociedad, recursos

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