La pérdida de un bebé por muerte fetal, aborto o muerte neonatal es un acontecimiento vital traumático. Entre las causas de un duelo complicado después de la pérdida prenatal están la falta de soporte social, las dificultades en las relaciones preexistentes en la pareja o la ausencia de niños vivos, así como también las actitudes ambivalentes o la percepción exagerada de la realidad del embarazo. Las investigaciones indican que el riesgo de un duelo complicado es especialmente elevado después del término de un embarazo debido a una anormalidad fetal, también indican que hombres y mujeres muestran patrones distintos de duelo, los cuales potencialmente aumentan el deterioro de la relación de pareja, Aunque es claro que la pérdida prenatal tiene un gran impacto psicológico, existe una ausencia importante de estudios en este campo de investigación.
Las estadísticas estadounidenses muestran que entre el 15% y el 27% de las mujeres entre 25 y 29 años, experimentan pérdida de embarazo -aborto espontáneo antes de las 20 semanas de embarazo, muerte del bebé antes de nacer o muerte del neonato-- este porcentaje aumenta a 75% en mujeres mayores de 45 años, con un riesgo aún más elevado en aquellas mujeres que ya han pérdido previamente un embarazo. A pesar de la fecuencia de estas pérdidas de embarazo y el impacto negativo en quienes las experimentan, se habla muy poco de este tema y esa cortina de silencio es especialmente pesada, sobretodo cuando los padres regresan al trabajo. En el trabajo, adicionalmente al dolor que se experimenta por la pérdida, los padres tienen que hacer frente a los colegas, quienes no tienen idea de su sufrimiento y que hacen que sus interacciones sean dolorosas.
Pero algunas estrategias de auto cuidado, con la colaboración de los gerentes y los colegas, pueden ayudar a hacer que la transisión sea menos traumática. Basado en las opiniones de quienes han perdido a un bebe y han tenido que regresar al trabajo, se pueden analizar algunas medidas para hacer esto, si no menos dificil, al menos no más duro de lo que normalmente es, dando además algunas sugerencias de cómo pueden ayudar los gerentes y los compañeros de trabajo.
El impacto de perder a un bebe durante el embarazo, al nacer o poco después de nacer, es demoledor. El dolor que se experimenta puede complicar la vida diaria, provocar el aislamiento social, desatar pensamientos negativos y profunda tristeza. Las investigaciones muestran que esta pérdida está asociada con el estrés post-traumático, la depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Aunque algunos de estos síntomas disminuyen después de un año, algunos padres no se recuperan y experimentan un estado de luto prolongado conocido como “Duelo Complicado” el cual a menudo es acompañado por sentimientos de culpa, angustia y envidia de otros que tienen niños sin problema. Y si la pérdida fué del primer embarazo, algunos padres piensan que ya no podrán tener hijos, agregando confusión al ya de por si intenso dolor.
El apoyo de los compañeros de trabajo es el factor más importante en la ayuda para los desconsolados padres. El solo pensar que tienen que regresar al trabajo inquieta, al principio se sienten como extraños, pero cuando los compañeros se portan amables y calidos con ellos, eso los ayuda a adaptarse de nuevo. Sin embargo, existen difefencias en como las personas reaccionan física y emocionalmente. Algunos piensan que regresar al trabajo los ayudará a superar la perdida y otros se sienten incapaces de realizar su trabajo rodeados de gente que no entiende su situación, en ambos casos, regresan al trabajo por cuestiones económicas.
Como gerente, usted puede hacer una gran difefrencia en el retorno del desconsolado padre al regresar al trabajo. Si su subordinado lo llama para enterarlo del suceso, ofrezcale sus condolencias y pregúntele cómo lo puede apoyar. Pregúntele si desea que los compañeros se enteren. Si es posible, sea flexible en el trabajo con su empleado ofreciendole jornadas más cortas para que se adapte poco a poco. No asuma que el empleado noi quiere retos de trabajo, involucrelo en la toma de decisiones, esta desconsolado, no falto de capacidad.
Si los compañeros de trabajo estaban enterados del embarazo, podría ser muy util, para usted y para ellos, enviar a la oficina una nota para el gerente o para un compañero de confianza, explicando brevenmente a todos lo que pasó y comentándoles cómo podrían apoyarlo para regresar a su trabajo incluyendo decirles si usted no quiere tocar el tema a su regreso.
Si usted es compañero de alguien en esta situación no dude en dedicarle tiempo, además de tener conversaciones relacionadas con el trabajo, observe como se comporta y ofrézcale su solidaridad preguntando si lo puede ayudar en algo. Nunca le diga algo como “Por lo menos tienes otros hijos” o “El destino así lo tenía dispuesto”, tales comentarios pueden hacer sentir peor a la persona.
Si usted es un desconsolado padre o madre retornando al trabajo después de una pérdida, decida que es lo que usted quiere que sus compañeros sepan al respecto. Si los colegas no estaban enterados del embarazo, usted puede decidir mantener, así las cosas, pero puede ser muy útil el que su jefe se entere, comentándoselo en privado. Usted puede experimentar síntomas adicionales, físicos y emocionales una vez que regrese al trabajo y sería más fácil para su jefe apoyarlo si conoce su situación.
Reconocer y respetar por parte de los compañeros de trabajo la pérdida de un embarazo, ayudará a que los padres superen el hecho y estén dispuestos a un nuevo comienzo.