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DIVÁN PSICOLÓGICO

Una infancia violenta

Urge que los adultos identifiquen los tipos de violencia y cuáles podrían llegar a ejercer, para evitarlo.

Una infancia violenta

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Un niño de 11 años mató a tiros a su profesora y se suicidó. Dejó varios heridos y una preocupación latente en la sociedad sobre la violencia que sufren los menores en México y que se materializa en hechos como este.

Roberto Montano Ramírez, presidente del Colegio de Psicólogos de Durango A.C. destaca que la violencia ejecutada por los niños, es la reproducción de modelos adquiridos, principalmente en casa, aunque también pueden influir factores ambientales.

De ahí que para prevenir que los menores victimen y se autovictimen, es necesario identificar qué es la violencia, cuáles actos, palabras, comentarios, e incluso silencios, son una agresión contra los niños.

"Ese es un primer paso", porque a nivel cultural se difunden violencias activas y pasivas.

La económica, sexual, psicológica y física se inscriben como violencia activa. Las pasivas son el abandono físico, o sea muchos niños y adolescentes tienen periodos largos solos; otra es el abandono emocional y finalmente se cuenta la exposición de los menores a los diferentes tipos de violencia, explicó el psicólogo.

Quizás este último sea uno de los riesgos menos observados en la sociedad, ya que a diario en la redes sociales se puede encontrar memes, videos y otro material sobre bullying, el cual es reproducido como un chiste, cuando es un hecho real que muestra la hostilidad y el abuso.

Esto aunado a la falta de observación y reconocimiento de los distintos tipos de violencia en la familia, provoca que se poco a poco se normalice, advirtió el especialista.

"Ellos ven discutir a los papás, ven que los maestros en la escuela se quejan que están cansados, que no les alcanza el sueldo, ven que se pelean, oyen canciones de distintos tipos de violencia organizada. Es lo que viven, lo que hay".

Con relación a la tragedia ocurrida en Coahuila, entre la cual rondan varias versiones, como la influencia de los videojuegos, una familia inmiscuida en el narcotráfico, y otras, Montano Ramírez alertó sobre la importancia de ir más allá de lo difundido en medios de comunicación.

"Para los profesionales de la psicología es muy importante dimensionar todas las esferas que cocinan la violencia, las expresiones más nefastas como son el homicidio o el suicidio".

El que un niño maté y luego se suicide, es un hecho que pocos se atreven a decir en voz alta, más en presencia de menores, pero el psicólogo señala que en ocasiones ellos conocen más del tema que los adultos. Por ello es positivo hablar cuando los niños ya lo saben y tienen inquietud. De lo contrario buscarán sus propias respuestas en el celular, la computadora o los amigos.

En la opinión del representante de psicólogos del estado, en Durango se vive un "silencio escandaloso". Es el caso del suicidio por ejemplo, la "máxima expresión de violencia", problema en el cual la entidad presenta altos índices de casos a nivel nacional.

"Tenemos este problema pero muchas de nuestras familias no lo hablan. El otro día yo escuchaba una conversación de unas adultas respecto a lo que pasó en Torreón, entonces decían no hablen porque aquí están los niños y pueden escuchar, pasan algunos minutos, me acerco a la mesa de los niños y ellos tenían más información".

La mistificación de los fenómenos violentos no disminuye el riesgo de repetición.

-¿Cuándo hay que abordar estos temas con los niños, a qué edad o en qué momento?

-A partir de que ellos lo experimenten y que tengan la inquietud, no hay una edad precisa.

A los nueve años tienen una integración de la realidad mucho mejor, aunque hay menores más pequeños que ya conocen diversos problemas debido a sus condiciones de vida y experiencias, por lo que "cuando te aborda y te pregunta: oye papá, mamá, porqué la gente se mata, es momento de hablar, no tiene que esperar a que cumpla 10 años, ese niño ya trae la idea".

En México hay "muy malas educaciones", por ejemplo la educación sexual y la educación emocional, aspectos en los que los padres o tutores juegan un papel vital, por ello mientras más información tengan y más herramientas de comunicación conozcan, se puede reducir el riesgo de replicar los diferentes tipos de violencia.

Por escasez en estos rubros, la violencia en la infancia se ha normalizado en nuestro país, a través de abuso emocional en el entorno familiar. Los niños son humillados, ridiculizados, se les pone apodos, son señalados cuando se equivocan y no se les contiene para que manifiesten sus emociones. Esto se refleja en la disminución de la capacidad de adaptación.

"Cuando tu ves a un niño que emocionalmente no ha sido desarrollado, no lo ves llorar, no lo ves sonreír, no lo ves expresar muestras de enojo en donde pueda poner un límite, sino que lo ves agrediendo", esa es una evidencia de que él es víctima de violencia.

Escrito en: DIVÁN PSICOLÓGICO violencia, niños, niño, tipos

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