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Incertidumbre Singularidad Económica

Sofía Gamboa


Escenario 1: - ¿Abuela, recuerdas un tiempo tan loco cómo el que estamos viviendo, en medio de disturbios a nivel mundial, en la peor crisis económica del país en 90 años y en medio de una pandemia que nos viene a recordar que tan frágiles somos los seres humanos?

'¡Paren el mundo que me quiero bajar!

Mafalda



- Tal vez cuando tenía 14 años y fue la Segunda Guerra Mundial, pero fue tan lejos de México y además no existía la información de hoy. Es la crisis más grande de mis 85 años-.

-Abuela, prométeme que te vas a cuidar, te veo el próximo mes, no quisiera que por mi culpa te fueras a enfermar. Por favor, por lo que más quieras quédate en casa-.

Escenario 2.- El mundo pedía 2 grados centígrados menos para 2030. En el evento de COP 19, llevado a cabo a Madrid a causa de que en su sede original Santiago de Chile no se logró llevar a causa de la revuelta social que acontecía al país, era la pregunta por resolver y la cual no resolvieron. Hoy el mundo en paréntesis ante una pandemia restaura sus pulmones, respiramos mejor, reflexionamos más, en unión y compasión, pero con su debida distancia, preguntándonos si será posible regresar a un mañana, cómo sabrá este nuevo amanecer y de qué lado se levantará el nuevo sol-.

El mundo se paró, pero no hay opción, no podemos bajarnos. Nuestro destino es sobrevivir en un mundo cada vez más caótico. Las decisiones que las personas y gobiernos tomen en las próximas semanas darán forma a nuestros sistemas de salud, economía y política. Regla básica de negocio aplica: 'Actúa rápidamente, no excusas y ser el primero en moverse'.

Tenemos dos opciones. La primera vigilancia totalitaria y empoderamiento ciudadano. Hoy, por primera vez en la historia humana, la tecnología hace posible monitorear a todos todo el tiempo. Las corporaciones y los gobiernos podrían llegar a conocernos mucho mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos, pero también podrían manipularlos. Para cuando las personas tuvieran la opción de elegir entre privacidad y salud, elegirán la salud. Una población bien motivada e informada es más poderosa y efectiva que una población ignorante y vigilada. Para lograrlo se necesita confianza en la ciencia, en las autoridades y en los medios de comunicación. En estos momentos de crisis no es demasiado tarde para reconstruir un sistema basado en confianza con uso de tecnologías que empoderen a los ciudadanos.

La segunda, aislamiento nacionalista y solidaridad global. Tanto la epidemia como la crisis económica resultante son problemas mundiales, y solo se pueden resolver mediante cooperación global. Lo que un médico descubrió en China, se puede perfeccionar en España, ayudar hoy a Estados Unidos y mañana a México. En los próximos días, cada uno de nosotros debería optar por confiar en datos científicos en lugar de teorías de conspiración infundadas. Los países deberían estar dispuestos a compartir información, buscar consejo y confiar en los datos. Necesitamos un esfuerzo global coordinado para acelerar la producción y garantizar que el equipo, tanto humano como tecnológico, se distribuya de manera más justa. Más tarde la ayuda podría comenzar a fluir en la dirección opuesta.

La cooperación global también es vital en el frente económico. Si cada gobierno hace lo suyo, el resultado sería caos y crisis cada vez más profunda. Necesitamos un plan de acción global. Hoy más que nunca, se debe de digitalizar a toda la población, ya que las nuevas industrias serán todas aquellas en donde el contacto humano se reduzca, como comercio electrónico, finanzas tecnológicas, entregas a domicilio. Otras tantas industrias caerán.

Algunos gobernantes no han estado a la altura. Todos tienen miedo de cometer un error, pero el peor error es no moverse. La velocidad es mejor que la perfección en esta ocasión. El real problema es cuando los políticos no siguen consejos de sus propios expertos. Esos errores de liderazgo se miden en vidas.

En esta guerra, los ejércitos más visibles son los trabajadores del sector salud, incluyendo a científicos que trabajan en aras de desarrollar vacunas e inmunoterapias, además de plataformas para una respuesta rápida a las enfermedades. Estos días no tienen descanso, pues saben que el tiempo es crucial para disminuir la curva de contagios.

En crisis mundiales anteriores, como la crisis financiera del 2008 y la epidemia de ébola de 2014, Estados Unidos asumió el poder de líder mundial. El día de hoy solo transitan con ideología de 'America First'. La Unión Europea se ha paralizado. Si el espacio que ha dejado Estados Unidos no lo llena otro país, además de que será más difícil detener la epidemia actual, su legado continuará envenenando las relaciones internacionales. China ha tenido que tomar ese papel de liderazgo en territorio europeo, veremos cómo actúa en América.

De acuerdo al ex Secretario de Salud de México Dr. Julio Frenk se requiere hacer sacrificios en un corto plazo para que a finales de este verano tengamos un declive. Sin embargo, los sacrificios que están llevando otros países no corresponden con la naturaleza de la economía de países latinoamericanos. Estos países adquieren otra metáfora: aislarse generará miseria y destrucción; no actuar parece tan inadmisible. La elección no es entre economía y salud, sino entre dos males tratando de sopesarlos.

Sin embargo, cada crisis es también una oportunidad. Debemos esperar que la epidemia actual ayude a la humanidad a darse cuenta del grave peligro que representa la desunión global. La humanidad necesita tomar una decisión. ¿Recorreremos el camino de la desunión, o adoptaremos el camino de la solidaridad global?

Twitter: @GamboaSofia

Escrito en: crisis, cada, mundo, países

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