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Antifragilidad

Singularidad Economica

Sofía Gamboa


Varias semanas atrás, al no entender la magnitud que el COVID-19 traería a nuestras vidas, lo exponía como un cisne negro, llamados así todos los riesgos que pueden vulnerar sorpresivamente los escenarios existentes. Sin embargo, de acuerdo a Nassim Taleb (autor de este término), más que vivir en un evento inesperado, nos encontramos en un mundo altamente conectado, mostrando así a esta pandemia como un presagio fácil de predecir, en un sistema global frágil.

'La anti-fragilidad va más allá de la resiliencia o la robustez. El resiliente resiste los golpes y permanece igual; el anti frágil mejora '.

Nassim Nicholas Taleb, Antifrágil: Cosas que ganan del desorden



Razón por la que a mi parecer se hace relevante que se le dé mayor peso a la función de análisis y atención de riesgos dentro de las Organizaciones. Su importancia es tal, que cada riesgo, en sus distintas vertientes (patógenos, informáticos, presupuestarios, etc.) puede percibirse con la capacidad de colapsar una red eléctrica, tal cual lo hace un transformador y lo ha hecho con nosotros esta pandemia, con un valor estimado en pérdidas de $4 trillones de dólares, es decir más del 5% del costo de la economía global. La primera lección debe de ser pues, previsión, preparación y revisión de riesgos.

A medida que aumentan los costos económicos de la pandemia, los gobiernos están bajo presión para levantar las economías, sopesando costos bajo encierro con el imperativo de salvar vidas. China impulsa su comercio minorista. Estados Unidos abre precipitadamente la economía en algunas regiones. India lleva a cabo el bloqueo más grande del mundo.

En México, en fase 3, con una población donde habitan 50 millones de personas en pobreza y 57 millones tienen empleos informales, esta pandemia se ve acompañada por otras pandemias como la falta de oportunidades, movilidad social, corrupción, impunidad, falta de competitividad, rezago en sectores educativos y sanitarios.

Por lo que la misión del gobierno es no errar en una economía que no cuenta con posibilidades de pausarse. Preocupa eficiencia sobre pobre infraestructura hospitalaria, de acuerdo a datos mostrados por el DGA de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Banorte, solo se cuenta con 70% de camas, 88% de espacios en UCI, 72% de ventiladores, respecto al pronóstico a necesitar.

La fragilidad entreabre la puerta a la situación de la mujer. A nivel mundial el 70% de los trabajadores del sector social y de salud son mujeres, por lo que las hace protagonistas sobre la primera línea de atención. Por otro lado, el 60% de la economía informal a nivel mundial, son mujeres, percibiendo un salario y condiciones de empleo más adversas. Adicionalmente, se refleja un mayor incremento de violencia en el hogar desde que el confinamiento dio inicio, reportando el mayor número de denuncias de los últimos 4 años, de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública. Ante la existente posibilidad de revertir el progreso en la lucha de género, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha manifestado que se deberá 'poner a las mujeres y las niñas en el centro de los esfuerzos'. La traducción deberá verse reflejada en mayor percepción de liderazgo y empoderamiento de la mujer, microfinanzas especializadas, remuneración y valoración de actividades en el hogar.

Los fantasmas de la recesión asoman sobre un mundo de por sí, bastante áspero. Lo cual implica retos sobre una economía que depende en tercera parte de su PIB de los servicios. Aunado a esto, otros riesgos que han dado origen por consecuencia de este presagio son caída del 30% en precios del petróleo, estrepitosa caída de mercados bursátiles, pronunciada devaluación del peso mexicano. De ahí, que, como bola de nieve, dos motores de la economía, las ventas de automóviles y el valor en el sector de la construcción, si bien ya venían experimentando caídas, ahora lo harán con mayor rapidez y cierta profundidad. Ante tal panorama, nuestro país podría llegar a presentar para este año un PIB de -7.8%, con una inflación anual de 3.2%, y tipo de cambio promedio, para cierre de año, de $22.

Nuestra reacción deberá ubicarse en buscar nuevos socios comerciales; analizar fuentes de crecimiento interna; fortalecer el estado de derecho, identificar y saber actuar ante el impacto que tendrá el cambio tecnológico, fortalecer el emprendimiento, creatividad y disciplina de estudio continuo, distanciamiento social, apertura económica por prioridades en cuanto ramas económicas y actividades. Debemos ajustar la estrategia para vivir en un mundo post COVID-19.

Saber hasta dónde podemos resistir, identificar industrias ganadoras, entre ellas empresas de comida sana a domicilio, digitalización y tecnología, e-commerce, farma, transporte (delivery), gamming. Pedir ayuda; reinventarnos (imaginar nuestros negocios desde 'cero' y entender cómo podría apoyarme del análisis de datos, inteligencia artificial y e-commerce), tener capacidad imaginativa para creer que nosotros somos los héroes para enfrentar un gran monstruo.

Las estadísticas muestran que en tiempos de crisis la innovación sufre. Las organizaciones se vuelven más introvertidas y reacias al riesgo. Pero deben hacer lo contrario, no solo para sobrevivir a corto plazo, sino también para mantenerse al ritmo de un mundo que cambia rápidamente y en dónde la exposición al riesgo aumentará día a día.

Un panorama tan desolador debe de dolernos, exponernos, lamentarnos para que demos cuenta que es momento de darle fortaleza a la cooperación. Tenemos que pensar cómo le hicimos para salir adelante en los temblores y cómo nos unimos, tenemos que pensar cómo salimos adelante cuando no hubo gasolina y entre todos nos avisábamos en donde había gasolineras abiertas.

Tristemente, aún no veo ese botón de 'Mexicanos Unidos' activado para salvarnos del entorno. ¿Cómo encendemos ese botón de solidaridad que hemos apretado en ocasiones comunes adversas? Pareciera que debe de dolernos mucho más para trabajar con más solidaridad que la actual. El mantra de la 'nueva normalidad' deberá estar profundamente encaminado al bienestar colectivo. Esta pandemia ofrece la oportunidad de sustituir nuestro modelo de capitalismo accionista a consciente, fundar un nuevo 'contrato social' y redefinir nuestro propósito como organizaciones y sociedades.

Estoy segura de que hay un futuro brillante por ahí Para navegar hacia él se debe innovar rápidamente. Estamos en la época de las cucarachas: hay que ser rápidos, creativos, buscar rentabilidad y sobrevivir a cómo de lugar.

@GamboaSofia

Escrito en: mayor, economía, debe, deberá

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