Vivir con la Pandemia, sin morir en el intento

Nota para el lector: vivir con la pandemia, sin morir en el intento, no es el decálogo del Presidente, es una fórmula más sencilla que encontrará en la parte final de la columna.

Estamos en la víspera de que se den a conocer otros 150 casos de duranguenses contagiados de COVID 19, y la cifra no es una ocurrencia, sino un cálculo matemático dado a conocer por especialistas que siguen la evolución de la pandemia en nuestro estado.

Esta misma semana llegaremos a los mil casos si tomamos como base el número de sospechosos y que el 32 por cinto dará positivo a la prueba que ya se realizaron.

Los números son fríos y no mienten, así será. Pero lo que sí resulta muy preocupante es la cantidad de personal de salud que se encuentra contagiado o aislado y que llevará al sistema de salud a colapsar, si la tendencia de contagio continúa.

La movilidad de los duranguenses es la causa principal de que el pronóstico de, los peores días estaban por venir, se haya cumplido y el de los mil se confirmará porque estamos viendo los resultados de los días que más nos movimos, y aún faltan por cuantificar. Y viene el Día del Padre, que también habrá de impactar.

Pero estamos llevando al personal médico y de enfermería peligrosamente al límite y eso es lo peor que nos puede pasar. Tanto que algunos han pensado a salir a protestar contra la sociedad, y están en todo su derecho, ¿cuántas veces no hemos observados protestas de los ciudadanos contra los servicios médicos? Pues ahora es solo cuestión de días para que sean las y los médicos los que tomen las calles para reclamar.

El fin del confinamiento, para muchos, se da en medio de la reactivación económica tan necesaria para muchas familias que ven agotadas las reservas económicas y que salen a la calle para atender la urgente necesidad de llevar alimento a su familia.

El anunciado regreso a la nueva normalidad no significa que el peligro haya pasado o que hayamos salido de la pandemia, más bien estamos saliendo con la Pandemia y en Durango la curva de contagio se encuentra en la parte más alta, como sucede con la mayoría del país.

Estamos por llegar a los mil casos de personas infectadas, los peores días por venir, como anticipamos, ya llegaron, están aquí y cualquiera pudiera ser un portador. Ir de compras al súper mercado se ha convertido, para esta ciudad, en una actividad de alto riesgo cuando no se observan los protocolos establecidos, pues la transmisión es comunitaria y esto, según los expertos, quiere decir que el virus está en cualquier parte.

En el carrito de mandado, en el volante del auto, en el costal de harina, cualquier superficie debe de ser considerada peligrosa, cualquier persona debe observarse como si estuviera contagiada, solo así entenderemos que el lavado de manos, el uso de gel antibacterial, una mascarilla pero sobre todo la sana distancia nos puede salvar.

Cualquiera puede ser parte de la estadística, el punto es si Usted quiere ser de los sanos, de los enfermos o de los muertos.