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ENRIQUETA CABRERA

Trump-AMLO, un encuentro a destiempo

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Mucho ruido y opiniones divergentes, ha causado la "invitación" del presidente Trump al presidente López Obrador a la Casa Blanca para celebrar la entrada en vigor del T-MEC. La percepción amplia en México es que no debería ir a Washington, que no hay razón para hacerlo, que hay más riesgos que beneficios, que no es del interés de México. Pero como siempre, AMLO no escucha la opinión de los expertos. No tiene sentido, no hay un objetivo claro para México. La carta del excanciller Bernardo Sepúlveda al presidente es elocuente. En el mismo sentido ha habido pronunciamientos de otros excancilleres y miembros del Servicio Exterior. Pero no hay manera, no escucha, no debate, tiene otros datos y con eso basta. Trump fue sumamente insistente en la invitación a la Casa Blanca.

El otro socio del Tratado, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau dijo que no iría a Washington y posteriormente dejó, hasta ahora, la indefinición de su asistencia. Quedó evidenciado el gran interés de Trump tiene del encuentro con López Obrador. En México se maneja por la Cancillería como una reunión de trabajo entre ambos mandatarios. No deja de llamar la atención que es el primer viaje al extranjero de AMLO desde que asumió la Presidencia. El encuentro con el presidente-candidato tendrá lugar a solo 4 cuatro meses de las elecciones presidenciales en EUA y en plena campaña de Trump. Su interés por ser reelecto prevalece sobre todo lo demás. Lo que coloca al encuentro en una situación singular en la que privará -como ocurrió en 2016 en su viaje a México- su interés principalísimo por ganar la elección. Además de que nunca hay que olvidar que EU no tiene amigos, tiene intereses.

En las actuales circunstancias de una elección reñida, en que su opositor por el Partido Demócrata lleva la delantera según todas las encuestas, es difícil pensar que la visita de López Obrador pueda mantenerse fuera de la política electoral, jugará en ese terreno aunque no lo diga. Al mismo tiempo López Obrador ha afirmado dos cuestiones: que no se entrevistará con Joe Biden el candidato del Partido Demócrata y que no se reunirá con grupos de mexicanos en Estados Unidos. La primera parecería una reunión obligada para deslindarse de las cuestiones electorales, podría incluso no reunirse con Biden pero sí hacerlo con Nancy Pelosi, cabeza de los Demócratas. Si no lo hace, evitará la equidistancia en la relación de México con los dos partidos que se enfrentan en la elección presidencial, lo que beneficiaría a Trump. La circunstancia define la política, eso es evidente.

Finalmente, no es fácil olvidar que la anterior campaña electoral de Trump tuvo como uno de sus principales ejes los ataques a México y a los mexicanos promovidos por el entonces candidato con la promesa de construir un muro para separar a ambos países, en contrasentido con la estrecha relación de 14 ciudades hermanas a ambos lados de nuestra frontera norte. Tijuana San Diego es aún la frontera con más cruces diarios en el mundo. En la anterior campaña retumbó aquel grito contra México de "build de Wall" o el de "build the wall, kill them all". Eso deberá desaparecer ¿podrá?

Escrito en: ENRIQUETA CABRERA tiene, México, Trump, López

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