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Javier Camarena entrega su voz al centenario de El Siglo

Con histórico concierto, el tenor inauguró ayer los festejos por los 100 años de El Siglo de Torreón

Saúl Rodríguez

La fecha se cumplió. El Sol lagunero cayó en el horizonte y dio lugar a una noche inolvidable en el Teatro Nazas para iniciar los festejos por el centenario de El Siglo de Torreón. Si la música es precursora de la libertad, el tenor Javier Camarena entendió muy bien ayer esta máxima y entregó su voz a La Laguna, ante la recompensa sublime del aplauso que solo puede componerse desde el respetable.

El reloj dictó las 20:30 horas. Dos personajes arribaron al escenario y acompañaron a un solitario piano oscuro que aguardaba en silencio desde tiempo antes. Uno de ellos era el propio Javier Camarena. El otro, el reconocido pianista Ángel Rodríguez. La amistad entre estos dos virtuosos de la música también está de manteles largos, pues ambos cumplen 10 años recorriendo los escenarios más importantes del mundo, representando a México y mostrando a todo el panorama musical la madera artística de la que están hechos.

Las primeras palabras del tenor fueron de agradecimiento a la vida tras permitirle visitar por tercera vez Torreón y así poder realizar el segundo concierto de su gira 'Tiempo de Cantar', con la que ha retornado a tierra mexicana. Después, refirió a la actualidad que rige al mundo, pues considera que la humanidad ha atravesado un tiempo complicado debido a la pandemia. Así que, antes de arrojarse a las notas, su voz emitió una reflexión:

"Para mí, estar aquí hoy con ustedes es una bendición, un regalo de Dios, de la vida. Y más aún, festejar este centenario, el primer siglo de El Siglo de Torreón. Así que antes de comenzar con el programa oficial, quisiera comenzar con…", y tras una señal el maestro Ángel Rodríguez despertó al piano para entonar Las Mañanitas.

NOCHE HISTÓRICA

El programa del concierto anunció arias de ópera, zarzuelas y música mexicana, géneros que permitirían mostrar toda la textura vocal de este tenor, quien ha sido nombrado como el mejor cantante masculino de 2021 por el International Opera Awards.

Durante la primera parte, Camarena y Rodríguez volvieron a dar vida a compositores que ya no están físicamente, pero que inmortalizaron su arte a través de su música. El primero de ellos fue Charles Gounod, con el aria L'amour, L'amour de la ópera Romeo et Juliete (1867). Siguió Édouard Lalo con Vainement, ma bien-aimée de Le Roi D'Ys (1888).

A continuación, Camarena se retiró un momento del escenario para que Ángel Rodríguez mostrara al público lagunero el gran talento con el que, en 1994, salió de la isla de Cuba y llegó a la capital del país para no irse jamás y ser adoptado como mexicano. Así los martilleos del piano dibujaron sonoramente la Casta Diva, extraída de la obra Norma de Vicenzo Bellini.

Los suscriptores de El Siglo de Torreón continuaron degustando la velada con piezas como Una furtiva lágrima de L'elisir d'amor (1832) de Gaetano Donizetti y la imprescindible La donna é mobile de Rigoletto (1851) de Giuseppe Verdi. El gran manejo vocal de Camarena en la parte final de esta última pieza, provocó la primera ovación de la noche.

Tras un breve intermedio de cinco minutos, Camarena entonó en su lengua materna toda la musicalidad de las zarzuelas como Mujer de los negros ojos o No puede ser.

Pero, como alguna vez Ángel Rodríguez mencionó en una entrevista, el artista que logra conocer la música de su tierra y dominar la música en su idioma, es capaz de conocer el mundo. Por lo que Camarena anunció que el programa no podría estar completo sin las piezas sonoras que, de cierta madera, dan identidad en este ambiente de mes patrio.

Entonces la gran voz del tenor volvió a emerger desde ese incógnito interior que solo poseen los superdotados y que se disciplina ensayo a ensayo. Al compás del piano se interpretó La Malagueña. Las emociones cubrieron al público que no dudó en aplaudir de pie ininterrumpidamente durante varios minutos.

Pero el concierto no acabaría allí, el tenor decidió regalar la Serenata Huasteca de José Alfredo Jiménez para coronarse como el rey de la noche y así quedar registrado eternamente en la historia de La Laguna, en esos textos que a futuro relatarán cómo el mejor tenor del mundo se ganó con creces los corazones que se estremecieron en el Teatro Nazas.

Finalmente, a petición del público, el dúo conformado por Javier Camarena y Ángel Rodríguez interpretó Granada y, como menciona su letra, con ese cantar hecho de fantasía, obsequiaron a esta tierra un ramo de flores transformado en música.

Escrito en: el siglo de torreón Javier Camarena Camarena, música, Ángel, tenor

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