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Las verdaderas razones

Juan de la Borbolla R.

La avalancha de informaciones políticas desplegada pocos días antes del primer Informe de Gobierno del presidente Calderón entremezcló una serie de presiones ejercidas por los partidos políticos para sacar provecho específico de las coyunturas que se crean con motivo del inicio del nuevo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión y las discusiones sobre reformas fiscales, políticas y electorales en puerta.

Una de las informaciones más constantes y espectaculares era la que iba en la línea de disolver al Instituto Federal Electoral en su conformación de los consejeros que lo integran, ensañándose los representantes de varios partidos políticos con la persona de su consejero presidente Luis Carlos Ugalde.

La democracia en México ha costado mucho dinero y esfuerzo nacional para que vaya construyéndose. La disolución del Instituto Federal Electoral sería un terrible paso atrás en ese ingente esfuerzo para construir la democracia integral en nuestro país, de ahí que resulte interesante considerar algunas de las razones para dinamitar al IFE a través de la remoción de sus consejeros.

La primera razón es el encono de quienes perdieron las elecciones presidencial el del 2006 así ganaran posiciones sin precedente en el Senado y el la Cámara de Diputados en esa misma jornada electoral, y que con la remoción de los consejeros del IFE, prosiguen su campaña para pugnar por la ilegitimidad del actual Presidente de la República. Pero siendo la razón más espectacular y ruidosa, no es ni con mucho la más importante. Pablo Hiriart en su columna periodística de Excélsior presentaba evidencias concretas de la otra razón de peso, en virtud de lo concreto de sus argumentos me permito trascribirlos:

?Los jugadores no están contentos con el árbitro porque les ha detectado sus faules. Para evitar el castigo, entonces para afuera el árbitro, que venga otro. Y si el árbitro no renuncia por su propia voluntad, entonces hay que deshacer el IFE para que una nueva institución electoral asuma sus funciones con borrón y cuenta nueva para los partidos infractores.

En las pasadas elecciones, y en el periodo preelectoral, los partidos violaron las reglas, metieron dinero negro a sus cuentas bancarias y defraudaron al fisco. Los ocho partidos políticos registrados hicieron fraude al fisco, tan sólo en 2005, por 100 millones 573 mil pesos. La defraudación fiscal estuvo encabezada por el PRD, con 63 millones 886 mil pesos de impuestos que retuvo y no entregó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El segundo principal defraudador del fisco en el año 2005, de acuerdo con la auditoría del IFE, fue el partido Convergencia, que se guardó de manera indebida 17 millones 298 mil pesos que debió entregar a Hacienda. El tercer lugar fue para el PRI, que retuvo impuestos por 14 millones 365 mil pesos que luego no enteró a la autoridad fiscal. Así está el medallero de oro, plata y bronce de la defraudación fiscal, y son precisamente esos partidos los que con mayor vigor pugnan por cambiar al IFE por otro organismo?.

Escrito en: partidos, millones, políticos, razón

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