El Siglo de Durango
Sus dientes blancos y chiquitos apenas se ven cuando sonríe, pero ese día estaba tan emocionado que se percibían perfectamente y aunque por su corta edad le impide saber a detalle lo que sucede a su alrededor, sí identificó que fue un evento especial, su Bautismo.
El pequeño Roberto Francisco Castro Arzola fue llevado al Templo de Santa Rosa de Lima para que fuera ungido con el santo crisma y que fuera declarado como nuevo católico.
La celebración
Los más emocionados por este acontecimiento fueron los papás del pequeño, Roberto Francisco Castro Gamero y Miriam Olivia Arzola Díaz, quienes invitaron a José Miguel Lara Rincón y Patricia Castro de Lara para que apadrinaran a su primogénito.
El padrino de óleos fue el sacerdote Tomás Cardiel Bacio, quien ofreció un emotivo mensaje en el que pidió que se responsabilizaran del acto que estaban por celebrar.
El convivio
Más tarde se ofreció un almuerzo en un restaurante de la ciudad en donde los asistentes degustaron el buffet de platillos mexicanos, además de café, fruta, jugos y la rebanada de pastel.
Los invitados se despidieron de los anfitriones, a quienes les desearon toda la dicha y salud para su bebé, esperando que los obsequios que le llevaron sean de su total agrado.