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Figuras de dicción y de pensamiento

Juan Francisco Arroyo Herrera

Me consta que todo esto forma parte de su bagaje, pero por alguna razón subyace en la parte obscura de su mente. Sé que en sus tiempos preparatorianos las recitó al hilo y le dieron buenas notas y mejores satisfacciones. Pero quiero que usted y yo recordemos aquellos momentos y los compartamos con quienes por una u otra razón no se han adentrado hasta ahora en el tema, máxime si consideramos que la gramática tradicional sufrió un estancamiento rayano en el olvido por la irrupción de la lingüística. Aun así no las debemos olvidar, puesto que fueron instituciones que han dado lucidez al lenguaje y se plasmaron en la época de oro de la música, del cine y de la literatura.

En el ámbito de la comunicación hablada o escrita, los clásicos encuentran dos figuras: de dicción y de pensamiento. La primera se usa para hacer más interesante el lenguaje e introducir una dosis de atracción a una frase o a un párrafo. La segunda se forma cuando se precisa trasladar el sentido de una frase a otra; o darle otro significado procurando cierta variedad o elegancia sin que pierda su exactitud, vigor y firmeza. Sobra decir que cuando se hacen presentes en un escrito o en un discurso, encienden el sentido de sus palabras, les dan énfasis, emotividad y hacen vibrar las fibras más íntimas del sentimiento humano. Por eso no le exagero cuando le digo que son la raíz de las grandes obras maestras en tratándose de la palabra. Veamos:

La alegoría es la imagen que presenta un objeto al espíritu de modo que despierte el pensamiento de otro objeto: las alas de Cupido representan el amor, la balanza, la justicia… Aliteración es cuando se emplean palabras con las mismas letras o se repite un mismo sonido: oportuna cual ninguna, desayuna con la tuna, merienda en la tienda… Antonomasia existe al designar una persona o cosa por uno de sus grandes defectos o cualidades notables: El Manco de Lepanto, en vez de Miguel de Cervantes Saavedra; El Fénix de los Ingenios, por Lope Félix de Vega Carpio… Antífrasis: sentencia por contraste comparada por algunos con la ironía: llamar caballero a un cafre, magnífico a un tacaño o hermoso al rey feo del carnaval.

Catacresis: el empleo supletorio de una palabra considerado impropio desde el punto de vista académico, pero es una licencia por no haber el vocablo que exprese literalmente la idea: La BOCA de un río; la FALDA de una montaña; los BRAZOS de un sillón… Elipsis suprime en la oración palabras que se sobreentienden: “¿Qué tal?”, “Así, Así”, “Ni fu ni fa”, “Pasándola”, “¿Y de aquello, qué?”… Epíteto, palabra que se antepone al nombre para calificarlo o recordar una acción memorable: El Redentor de la humanidad, El Benemérito de las Américas… Hipérbole: se exagera para impresionar: Un gigante, por un hombre alto, un pigmeo por un chaparrito, los alquileres están por las nubes… Silepsis: se da una concordancia distinta a la debida: Vuestra majestad está en lo justo (silepsis de género), la mayor parte regresaron (silepsis de número).

Por lo que respecta a las de pensamiento tenemos: Comparación o Símil es la relación o parecido entre dos personas o cosas: alto y delgado COMO las seis en punto, Viejecita encorbada COMO el número 3, Viejo COMO el mundo… Concesión: forma de conceder, aprobar o asentir en algo empleando “pero”, “Aunque”, “más”: En principio acepto, aunque me reservo mis derechos, He dicho que cantabas, mas no que cantabas bien… Dubitación: se manifiesta duda, perplejidad o asombro: “Para hablar de este misterio de nuestra redención, me hallo tan indigno, corto y atajado, que ni sé por dónde comience, ni dónde acabe… Hipotiposis: descripción viva y enérgica de personas, hechos y lugares: El Zarco, de Ignacio Manuel Altamirano; Los de Abajo, de Mariano Azuela; Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos.

Lítote, parecida al eufemismo y es una atenuación, sobriedad o sencillez y dice menos de lo que se quiere expresar: Aunque no niego que…; A pesar de los hechos… Parábola: relato alusivo y alegórico del que se deduce por comparación o semejanza una lección moral. Son propias de los Evangelios y de Jesucristo: “A vosotros os ha sido dado conocer los misterios del reino de los cielos, pero a “esos” no. Porque al que tiene se le dará más y abundará; y al que no tiene, aun aquello que tiene le será quitado”… Paradoja, también llamada antilogía o endiasis: tropo que contiene oposición o contraste entre dos ideas o frases: El orgullo de la ignorancia; La sabiduría de la locura, La ética de la política, Los recuerdos del porvenir… Parasíntesis: recurso mental que une en una sola palabra sustantivos y adjetivos y rara vez verbos: ropavejero, machihembrar, treintadoseno, sietemesino.

Paranomasia: agudezas mentales apoyadas en la semejanza fonética de palabras que forman retruécanos: El orden de mi desorden, ¿Quién es ese Fénix que surge como el ave Fénix… Perífrasis o perisología: circunloquio o rodeo de palabras para hacer una petición o dar una noticia desagradable … Preterición: fingir que no se quiere afirmar algo y se dice: Si no fuera porque te quiero tanto, te diría cuánto te odio… Prolepsis o anticipación: adelanta las posibles objeciones que merezca una idea: el lector supondrá que me anima un sentimiento personal y ambicioso. Todo lo contrario: mi obra es humanitaria y desinteresada.

Escrito en: palabras, COMO, pensamiento, palabra

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