Desde hace 20 años en el estado de Durango no se tenían precipitaciones pluviales semejantes, mismas que derivan en el derramamiento de cinco presas y de continuar podrá ocurrir lo mismo con otras dos.
A la fecha las diez presas más importantes del estado han captado un volumen de tres mil 103 millones 842 metros cúbicos, equivalente al 80.2 por ciento en términos generales.
Hasta el día de ayer las presas San Gabriel, en Villa Ocampo; la Santiago Bayacora y Peña del Águila, en Durango; la Caboraca, en Canatlán, y la Santa Elena, en Súchil, siguen derramando de sus respectivos vertedores a los ríos, generando alarma en los habitantes de quienes viven en las proximidades del Tunal y La Sauceda.
Las presas que están casi a su capacidad es la Guadalupe Victoria al 96.9 por ciento y la Francisco Villa de Poanas al 99 por ciento, la cual hace cincos años al derramar terminó por destrozar su vertedor e inundar cosechas y afectar pueblos como Narciso Mendoza y Los Ángeles, entre otros.