Cecilia Aguilar Acuña |
El siglo de Durango
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los “changarros” ideados por el Gobierno Federal están destinados al fracaso, dado que es una economía sin soporte, según Elizabeth Baustista Salazar, integrante del comisariado ejidal de San José de Viñedo.
La también Oficial del Registro Civil de la comunidad rural expuso que la propuesta de Vicente Fox pude ser un remedio temporal y una salida, pero no sirve para nada, al menos para las familias del campo cuya idiosincrasia dista mucho de una visión administrativa.
El Ejecutivo federal tiene una percepción errónea de la dinámica que se vive en el campo, ya que el ejidatario al establecer un negocio estará pensando en emplear “las ganancias” en comida para un nutrido número de hijos y no para “recapitalizarlas”, con la finalidad de hacer crecer su negocio.
Lo anterior se presenta porque la gente de los ejidos no ha sido capacitada para este tipo de actividad, dado que son personas acostumbradas a labrar la tierra y para lograr un cambio en su manera de pensar, vivir y actuar; el Gobierno primeramente debió implementar cursos de capacitación.
“Al ejidatario se le enseñó a amar la tierra, por eso no tiene la cultura para trabajar bajo una estructura administrativa, además carece de paciencia para esperar el triunfo que un negocio de tipo ambulante pueda brindarle, cuando ya son 12 años que no siembra y por eso desespera, pues la oportunidad para reactivar el campo no llega”.
Bautista Salazar refirió que hace falta que los funcionarios del Gobierno Federal bajen al campo, que se atrevan a empolvarse los zapatos para que conozcan la naturaleza del ejidatario, que difícilmente despuntará con el establecimientos de “changarros” que solamente ayudarán a menguar la situación de pobreza que ahí se vive, “mas no brindan una solución concreta”.
Lamentó que el ejido haya perdido su forma natural de ganarse la vida, puesto que los jóvenes de las comunidades no pueden amar la tierra como sus antecesores; “a ellos les tocó duro, pues son muchachos que solamente saben de maquilas y de nulas oportunidades para levantar el agro”.
Estimó que el año entrante se avizora nada prometedor y que el ejidatario no necesita programas de buena voluntad y ni economías falsas, “como las que brindan los “changarros” que el gobierno foxista propone para subsanar la economía del país”.