AMLO: vergüenza nacional
Andrés Manuel López Obrador lo volvió a hacer: haciendo gala de su educación, profesionalismo y prudencia, dejó en claro a nuestros principales socios comerciales que poco le importa conservar una buena relación con ellos y que la formalización de las quejas por incumplimientos de compromisos internacionales firmados en el T-MEC a él y a su equipo les provoca burla... a tal grado, que les dedican una canción que corea "Uy, que miedo, mira como estoy temblando". En pocas palabras, demostró que una gran nación como la nuestra tiene un miserable presidente, como él.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se renegoció con Enrique Peña Nieto y al inicio del actual sexenio dio paso al Tratado México - Estados Unidos - Canadá o mejor conocido como T-MEC, es la alianza comercial más importante para nuestro país y lo ha sido durante décadas ya que consolidó la apertura del mercado estadounidense y canadiense para los productores mexicanos. El aumento de las exportaciones, la llegada de inversión extranjera directa (IED) a territorio nacional, la eliminación y disminución de aranceles así como la creación de las cadenas de valor son ejemplos de los resultados tangibles que ha dado este acuerdo.
Existe un antes y un después para México a partir de la firma del TLCAN y fue, en tiempos del expresidente Ernesto Zedillo, uno de los factores que hicieron que la crisis económica del 94 no nos mandara a la lona. Así de importante ha sido desde entonces este tratado para la vida económica y social de millones de familia que han visto beneficios directos en sus bolsillos, ya sea como productores exportadores o como consumidores.
Sin embargo, el nuevo T-MEC incluía un tema crucial en el mundo hoy en día: la energía. La política energética implementada por el gobierno lopezobradorista trasgrede por lo menos cuatro artículos del tratado, lo que deja en condiciones de desventaja e incluso, de injusticia, a las compañías estadounidenses que han realizado inversiones multimillonarias en esa área.
AMLO y su equivocado entendimiento de la soberanía y el nacionalismo han sacrificado la estabilidad política con sus principales socios comerciales a cambio de seguir apostándole a PEMEX y CFE -empresas públicas insuficientes para abastecer la demanda actual- a pesar de que eso signifique romper con cláusulas previamente negociadas y firmadas. Ante el panorama económico adverso que vivimos a causa de la presión inflacionaria a nivel mundial, México debe asegurar lo que ya tiene y convertirse en ese "oasis" de confianza en medio del desierto de incertidumbre que golpea en todas las latitudes.
Según Trejo Veytia (El Universal), una encuesta aplicada a 150 empresas de manufactura muestra que el 43% se están retirando de China o tienen previsto hacerlo. Esto representa una enorme oportunidad para que México capitalice la certidumbre otorgada por el T-MEC.
La coyuntura actual de tensiones comerciales entre estadounidenses y chinos, disrupciones en cadenas de suministro por el COVID y el incremento en el costo de fletes, representan una oportunidad desaprovechada para incrementar el protagonismo de México en la participación de cadenas de valor.
Desafortunadamente, lo conseguido hasta el momento por el T-MEC y la presencia de los productores mexicanos en el mercado estadounidense y canadiense, podría verse afectado ante la posible imposición de aranceles ya que las quejas de Estados Unidos y Canadá son completamente fundadas.
La obstinación de AMLO nos ha costado mucho. Con una inflación de casi 9 por ciento que ha provocado gran incremento en precios de bienes y servicios de primera necesidad, un despilfarro de recursos públicos subsidiando los combustibles por un lado y por el otro, construyendo obras por encima de la ley, deberían ser razones suficientes para reflexionar y corregir el rumbo.
Pero no, es mucho pedir para un presidente tan incompetente como el que tenemos que no se conforma con protagonizar su tragicomedia mañanera, ya fue a sermonear a la Casa Blanca con sus discursos sin sentido y ahora, se burla altaneramente de las consecuencias que pudiera llegar a tener su audaz ignorancia. Qué vergüenza que nos represente.
Twitter: @eduardguezh