A menos de dos meses de que concluya el actual sexenio, el gobernador José Rosas Aispuro Torres reconoció que la situación financiera es crítica ya que él recibió el gobierno con un déficit y no estaba contemplada la pandemia y el alto costo que tuvo, además de que el gasto educativo representa una carga para el Estado, al igual que la reducción de participaciones.
"Si eso fuera poco, en el mes de julio tuvimos una disminución (...) de 600 millones de pesos y nos están anunciando que para este mes de agosto habrá una disminución de aproximadamente 180 y tantos millones de pesos, una nueva disminución", agregó.
Admitió que eso repercute en los compromisos que se tienen, aunque destacó que nunca se ha dejado de cumplir con los conceptos básicos de los trabajadores, especialmente lo que tiene que ver con los sueldos y prestaciones directas.
Dijo que se han pagado salarios, bonos y otros aspectos que les corresponden a los trabajadores de áreas como salud y educación.
Aunque admitió que la presión está en todas las áreas y se tienen créditos a corto plazo que no se han podido atender por la disminución de las participaciones.
Para ejemplificar las dificultades financieras, compartió que Durango recibe aproximadamente 900 millones de pesos de participaciones al mes (es variable, ya que depende de los ingresos participables), mientras que la nómina mensual de la burocracia de los tres poderes es de aproximadamente 680 millones de pesos. "Dígannos cómo le hacemos nosotros para cubrir esas obligaciones", cuestionó.