El propósito del dinero
Las personas se molestan mucho cuando se les cuestionan sus creencias monetarias y la forma en que gastan su dinero.
Por lo general están más preocupados por generar dinero, que, por cambiar sus creencias limitantes. Muchas personas tratan las facturas como castigos que deben evitarse de ser posible.
Si lo miras de otra manera, una factura es el reconocimiento de nuestra habilidad de pagar, el acreedor supone tienes el dinero necesario y te entrega el servicio, así que ama cada factura, pues, es la prueba de que el universo confía en ti. La verdadera prosperidad consiste en sentirte bien contigo mismo, también de la libertad de hacer lo que quieras cuando deseas hacerlo.
Cuando en tu escala de valores dices que lo principal es tu salud y la familia y trabajas todo el día, aunque ganes mucho dinero nunca te vas a sentir en paz. La prosperidad o la falta de esta, es una expresión externa de las ideas que tienes en la mente. Si te concentras en carencias y deudas, crearás más carencias y deudas, nuestra propia creencia en las carencias y limitaciones es lo único que nos limita. Acepta la idea de merecer y prosperar, ya es hora de que reclames tu abundancia.
La abundancia es un estado de conciencia, existe un inagotable abastecimiento en el universo, ¡date cuenta de ello! la verdadera pobreza solo es una creencia de tu conciencia, la única persona responsable de su falta de prosperidad eres tú.
Cada persona se encuentra bajo las leyes de su propia conciencia, ocúpate de tus propios pensamientos, la conciencia de tu prosperidad no depende del dinero, tu flujo de dinero depende de tu conciencia de prosperidad, tu salario es un conducto, no es tu fuente, la fuente es el universo y los conductos vienen de muchos lados: la oferta que encontraste, la persona que hoy te regaló un café, tu hermana que te prestó el dinero que necesitabas, el billete que encontraste en el bolsillo de tu pantalón, incluso los elogios son regalos de prosperidad, aprende a aceptarlos con amabilidad, sonreír y decir gracias.
No todo se trata de tener dinero, sino cómo lo ganas y de cuánto lo disfrutas, es energía, positiva o negativa según como la utilices, es conciencia y es un potencializador de lo que eres, el dinero es un medio para llevar a cabo las cosas que traes en la cabeza. Me parece que si nos multáramos cada vez que pensemos o digamos algo negativo acerca de nuestra situación monetaria, al final de la semana ya tendríamos dinero para gastarlo en lo que nos plazca. Si te sientes deprimido por tu situación económica, seguramente no tendrás la posibilidad de revertir tu situación rápida y fácilmente.
En cambio, un escenario desafiante genera en ti un torbellino de energía que te podría impulsar a definir nuevas metas, nuevos desafíos y nuevos logros, te elevaras sobre tus circunstancias mucho más rápidamente y con muchas más posibilidades de ser asertivo. La verdadera prosperidad es realmente lo que cada uno de nosotros vino a alcanzar en este mundo. Existe un plan diseñado ingeniosamente para cada persona y ese plan no consiste en ser rico y famoso sino en algo más profundo...
No es el puesto, ni el poder lo que trae la plenitud. La verdadera prosperidad se encuentra en lograr sentir con absoluta certeza que lo tienes todo. Si tienes dinero que no te lo has ganado como Dios manda, simplemente no se disfruta, el dinero sin luz desaparece, igual que un amigo que no se cuida, acaba por irse. El propósito de todo es aprender a ganarnos nuestra alegría y plenitud. Mientras haya luz en tu dinero este crecerá. Tu negocio no es para acumular dinero, es para hacer que circule prosperidad para los demás y para ti mismo, es un medio de intercambio. Su propósito es compartirlo, darle a otra persona la habilidad de transformar su conciencia, si lo utilizas para compartir, traer proyectos a este mundo, hacer que las cosas crezcan, es una fuerza del bien.
Si tu actitud hacia el dinero es favorable, este fluirá y traerá prosperidad, si te dedicas a ayudar a otros a obtener la misma prosperidad.
Necesitamos llenar nuestra alma de cosas grandes ¿Cuánto de tu dinero la usas para crecer, ayudar, beneficiar?
Haz que tu prioridad sea incluir a las personas, servir con tus acciones, asegúrate de que no solo se trate de ti. Al servir a otros te sirves a ti mismo.