Los ucranianos quieren volver a la normalidad

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, afirmó este miércoles que los ucranianos quieren volver a la normalidad en su país, adonde están regresando desde diferentes países de la Unión Europea que los habían acogido al iniciarse la invasión rusa, pero alertó que la guerra no ha terminado y los bombardeos y la destrucción continúan.

"Definitivamente la guerra no ha terminado", lamentó Johansson en una entrevista telefónica con un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, tras haber visitado Kiev el martes.

Johansson explicó que visitó Kiev para abordar "directamente" con el Gobierno ucraniano cómo puede la UE aumentar su apoyo a los millones de ciudadanos que han encontrado refugio en su territorio y a los millones que se encuentran desplazados dentro de Ucrania a causa de los bombardeos y la violencia desatada por las fuerzas rusas.

El conflicto se hacía presente en la capital ucraniana durante su visita con el sonido de sirenas, describió, y recordó que la situación en ciudades del sur del país es "terrible, con muchos ataques" rusos.

"Pero, al mismo tiempo, a los ucranianos les gustaría volver a la normalidad tanto como sea posible", algo que no es posible en todas las zonas pero sí en parte del país, dijo.

Por esa razón, afirmó, el Gobierno ucraniano está invirtiendo en la reconstrucción de escuelas o en el desminado, tratando de allanar el camino para que los ciudadanos desplazados puedan volver a sus hogares.

"La gente está volviendo a sus trabajos en Ucrania, y esto también es importante", destacó Johansson.

Preguntada por si cree que lo peor de la crisis migratoria ucraniana ha pasado, dijo que "siempre hay el riesgo de más ataques de (el presidente ruso, Vladímir) Putin".

"Realmente no podemos predecir cuál será el próximo paso. Pero lo que vemos en este momento es que el número de personas que cruzan la frontera de Ucrania a la UE, o de la UE a Ucrania, es más o menos de las mismas cifras", agregó.

La Comisaria sueca recordó que el panorama cuando visitó la frontera con Ucrania al comienzo de la guerra, que estalló el 24 de febrero, era muy diferente al de ahora: entonces, principalmente mujeres y niños, pero también ancianos, cruzaban a países de la UE con las pertenencias que habían podido reunir precipitadamente, "muy cansados" y "con miedo en sus ojos".