El disparate de Trump sobre los haitianos que comen gatos
El candidato presidencial republicano Donald Trump generó grandes titulares al repetir en el debate presidencial la noticia falsa de que los inmigrantes haitianos se están comiendo los perros y gatos de los estadounidenses. Pero, lamentablemente, hubo muchas otras cosas igualmente ridículas que dijo Trump esa noche, y que pasaron totalmente desapercibidas.
La falsa afirmación de Trump de que los inmigrantes se están comiendo a las mascotas de los estadounidenses en Ohio no fue un comentario tangencial, sino un argumento obviamente preparado de antemano que utilizó para tratar de respaldar su narrativa de que los indocumentados "están destruyendo" a Estados Unidos.
"En Springfield (Ohio) se están comiendo a los perros. Se están comiendo los gatos. Se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí", dijo Trump. Horas después, el gobernador de Ohio, el republicano Mike DeWine, así como el departamento de policía de Springfield y la ciudad de Springfield desmintieron lo que había dicho Trump.
La noticia falsa aparentemente se había originado en una página de Facebook en la que un residente de Springfield había atribuido la historia a la amiga de la hija de un vecino. Después se supo que hubo una mujer que se comió un gato, pero no era inmigrante, sino estadounidense, nacida en Ohio.
Pero los titulares sobre los supuestos inmigrantes que comen perros y gatos eclipsaron otras cosas ridículas que Trump dijo esa noche, como por ejemplo que en Estados Unidos hay un récord de "21 millones" de indocumentados. Eso es falso. Según el Centro de Investigación Pew, había 11 millones de inmigrantes no autorizados en 2022, la última cifra disponible, lo que es menos que los 12.2 millones que había un 2007.
Asimismo, Trump dijo que "millones de personas están llegando a nuestro país desde prisiones y cárceles, desde instituciones mentales y manicomios". ¿En serio? ¿"Millones?" Eso es una tontería. No hay ningún estudio serio que diga nada parecido.
Trump dijo también que los indocumentados "son criminales" que están aumentando los índices de delincuencia, lo que es igualmente falso. Aunque por supuesto hay casos aislados de crímenes cometidos por indocumentados, las estadísticas del FBI muestran que los crímenes violentos han bajado a su nivel más bajo en 50 años en el país.
Y Trump dijo que los inmigrantes le están quitando puestos de trabajo a los afroamericanos y los hispanos, cosa que también es falsa. La mayoría de los inmigrantes indocumentados hacen trabajos en la agricultura y la construcción que los nacidos en Estados Unidos no quieren hacer. Según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, hay unos 2.5 millones de puestos vacantes en el país, que la gente no quiere ocupar.
Harris no respondió a estas falsedades de Trump en el debate, probablemente porque no quiso entrar en el juego de su rival y desperdiciar el tiempo que necesitaba para presentar sus propios planes para el futuro.
En lugar de refutar las afirmaciones de Trump, Harris culpó a Trump por presionar a los senadores republicanos para que votaran en contra de un proyecto de ley bipartidista que hubiera reducido drásticamente el flujo de indocumentados. Trump lo hizo para mantener la inmigración como un tema clave de su campaña para las elecciones de noviembre, dijo Harris.
Nada de esto significa que Estados Unidos no tenga un problema migratorio. El hecho es que la migración indocumentada alcanzó un pico en 2023, y que muchos inmigrantes indocumentados se concentraron en algunas ciudades del norte del país.
Pero lo que Trump no dijo en el debate, y no está diciendo en ninguna parte, es que el flujo de inmigrantes indocumentados se desplomó este año después de que el presidente Joe Biden impuso severas restricciones al ingreso de refugiados. Ni tampoco dijo Trump que la mayoría de los inmigrantes no cometen delitos, ni quitan empleos estadounidenses, ni se comen a sus gatos para la cena.
Trump está utilizando la misma estrategia del miedo que usó en la campaña de 2016: decir que los inmigrantes están "destruyendo el país" para crear la ficción de que existe una crisis terminal, y presentarse como el salvador de la patria. El problema es que el expresidente se está volviendo cada vez más repetitivo, aburrido y está diciendo cosas cada vez más disparatadas.