Esas pequeñas prendas sexys
En el armario de toda mujer hay una prenda que nos dice más de su dueña de lo que ella quisiera.... Puede ser una camiseta vieja que deteste, pero que se pone sin quejarse, tal vez una prenda de lencería que le recuerda una maravillosa noche o un vestido que un día adoraba pero que ya no soporta ni si quiera mirarlo.
Se puede aprender mucho de las mujeres por lo que deciden ponerse, pero se puede aprender aún más por lo que deciden quitarse y para quien deciden quitárselo...
Desde que somos pequeñas nos familiarizamos con el concepto de "ropa interior", pero no es hasta que somos más maduras que conocemos la fabulosa "lencería".... Esas pequeñas prendas sexys de colores blancos, negros, rojos, nude o cualquier otro, de tul, transparencias, tejidos finos, elegantes bordados o encajes sutiles.
La lencería forma parte de las decisiones que tomamos desde que nos despertamos cada mañana, ya sea que nos queramos sentir coquetas, femeninas, atrevidas, modernas o sexys.
Algunas dejan la lencería para ocasiones especiales como la noche de bodas, la roja en Año Nuevo o la negra para noches de intimidad con su pareja. Al igual que la ropa de vestir, la ropa interior no solo es funcional, sino que es un reflejo de una actitud hacia la vida.
¿Cómo es posible que llevar en la mano una bolsa de Chanel, o una lencería de Victoria Secret's nos haga sentir femeninas glamurosas y atractivas?... ¿qué pasa con nuestra capacidad femenina para experimentar emociones con más intensidad y expresarlas?, nuestro poder va mucho más allá que eso...
La lencería no solo despierta la curiosidad, también juega un papel fundamental en la autoexpresión y la confianza de las mujeres, pareciera como si mágicamente este tipo de prendas nos hicieran sentir más atractivas, sentirnos mejor nosotras mismas, más sexys, más deseadas, con nuestro autoestima como un ángel por las nubes.
Ese extraño objeto de deseo cuya función es ajustar y contribuir al culto del cuerpo, hace que te sientas sexy sólo por el hecho de llevar sobre la piel satín o encaje, sus formas y colores, hacen maravillas, nos hacen "ascender" a un plano sensualmente superior y convertirnos en un ángel más como de Victoria Secret´s,
Pero más allá de estas fabulosas prendas, la confianza es lo más sexy que una mujer puede tener, si tú te sientes sexy entonces sexy serás. No podemos seducir a nadie, ni sentirnos deseadas, si antes no nos hemos seducido a nosotras. El valor que nos otorguemos es el valor que verán las demás personas. La sensualidad de una mujer está en cuán majestuosa se sienta, no hay nada más sensual en una mujer que es dueña de su cuerpo, que sabe qué le gusta y qué no. Sensual significa simplemente " de los sentidos". Usar lencería te da confianza en ti misma y te hace sentir más guapa, atrevida, ardiente o delicada, la mujer segura eriza los vellos, acelera el ritmo cardiaco y dilata las pupilas de quien la mira, incita o satisface los placeres sensuales
Estas prendas juegan un papel muy importante para exaltar la sensualidad femenina y para vivir la sexualidad, con confianza, sensualidad y poder, sin necesidad de andar apagando luces ni tapándonos con la sábana, al final se trata de atreverse, de darte permiso a tú misma, para incrementar tu sensualidad.
Aprende a resaltar lo que más te gusta de tu cuerpo y disimular aquello que no te gusta nada, lo primordial es que te sientas cómoda con la lencería que lleves puesta. Los hombres no pueden controlar sus emociones cuando tienen frente a sus ojos a una mujer provocativa. Todas tenemos lo que los hombres buscan: ojos, sonrisa y personalidad, solo es cuestión de look y actitud. La lencería, tu perfume y las sábanas de seda, no hay que guardarlas para ocasiones especiales ¿hoy es un día especial o no?...