Natalidad
De nuevo festejamos el nacimiento de Jesús, el gran evento que señaló el antecedente fundamental para la creación de la Fe Cristiana: la humanización de Dios hecho hombre.
Indudablemente es una de las religiones con mayor número de fieles, -2 mil trescientos millones- cifra que ha ido incrementándose con las obras misioneras en Oriente y África, además de su persistencia en América y Europa, esta última en marcado descenso.
Para los mexicanos es el pilar religioso de nuestra cultura -las otras importantes son el idioma, los usos y las costumbres - y ha asentado bases para evaluar el comportamiento individual y grupal, -moral- calificándolo como éticamente bueno o malo. La historia de la navidad -tradición que trata este diálogo- es muy interesante y, si bien nace en el medio oriente -Belén-, con la narrativa de la encarnación, parto de María y el nacimiento de Jesús en el portal, hace poco más de dos mil años, la fecha del acontecimiento sigue en discusión.
La historia cristiana lo fija en el mes de diciembre y algunos investigadores de arqueología bíblica dudan que haya sido en ese mes, considerando que, de noviembre a enero, en tal zona geográfica se presentan las más bajas temperaturas, que no concuerdan con las narraciones de textos tradicionales que incluyen pastores al aire libre y con vestimenta ligera adorando al Niño Dios, condiciones que refieren un clima moderado. Quizá fue entre marzo o abril.
De cualquier manera, son discusiones estériles, como aquellas sostenidas entre escolásticos medievales -incluya a Tomás de Aquino- sobre "cuántos ángeles caben en la cabeza de un alfiler", que no alteran en lo más mínimo la esencia del mensaje de amor. En San Sebastián, convento tradicional de la "Vía APIA", se encontró un mosaico que representa, en una de las catacumbas datadas en el siglo IV, un nacimiento. En el medioevo temprano, se pintaron retablos de la virgen, a veces con comadronas; existen apócrifos que mencionan a tales mujeres que atestiguan y atienden el parto, incluida la declaración de Salomé, sobre la virginidad de María post parto; en otras, se representa sola a la madre de Dios. Esas son algunas de las más remotas obras de arte referentes al suceso.
Francisco de Asís, realizó la primera representación del nacimiento en Greccio, Italia y la monja Clara, se encargó de difundirla en conventos franciscanos. Poco a poco se fueron agregando personajes y detalles a la historia, hasta la representación que disfrutamos actualmente.
La institucionalización del día 25 de diciembre, como la Navidad, proviene del siglo III, y tiene relación con la tradición romana que marcaba una semana de festejos llamada Saturnalia, en honor al Dios Saturno, con intercambio de regalos -de ahí la costumbre-, terminando con el reconocimiento al Sol: la Natalis Solis Invicti. Es de reflexión la coincidencia del festejo Azteca, del nacimiento de Huitzilopochtli y la fiesta Inca del Cápac Raymi, ambos en el mismo mes de diciembre. Recordemos que entonces no era conocida la existencia del Continente Americano. ¿Será casualidad?
En México, con la llegada de los españoles, después doce sacerdotes franciscanos -1524- llegó el cristianismo y la festividad de la navidad; fue Pedro de Gante, quien primero realizó fiestas navideñas, -tradición europea- con dramatizaciones que, ¡al fin mexicanos!, se adaptaron a nuestra idiosincrasia, incluyendo historias jocosas que fueran aceptadas y asimiladas por los indígenas. En ellas, el demonio es derrotado por el arcángel Gabriel, -el bien venciendo al mal- antecedente remoto de las pastorelas. Dice el refrán que "si no puedes con él: únete" y al parecer fue lo que sucedió con la fiesta pagana del Yule, que los nórdicos celebraban el 21 de diciembre en honor a sus seres queridos ya difuntos, que representaban con un árbol decorado, colocado dentro de la casa, llamado Yggdrasil, el Gran Fresno.
Interesante saber que el festejo en honor al dios Tor, formaba parte de la tradición, incluyendo a dos machos cabríos que arrastraban su trineo y que le servían de alimento, gracias a que reencarnaban para seguir aportándole carne y tracción. ¿Encuentra relación con Santa Clos, su trineo y los regalos?
En Finlandia, un anciano llamado Joulupukki, traía regalos en diciembre, siendo el antecedente de la tradición anglosajona, que llegó a América, como las fiestas de navidad, con su Papá Noel, el trineo jalado por renos, regalos y los pinos decorados. Poco a poco, con las inmigraciones, todos han adoptado a la navidad con el concepto cristiano y algunos, interesados en el negocio, han encontrado una fuente enorme de ganancias, descuidando el mensaje de amor que deben representar tales festividades. Lo invito a festejar... pero todo el año: primero el nacimiento de Dios, luego la alegría de compartir en familia, incluso los regalos que no tuvieron que ser caros.
Le deseo haya pasado una feliz navidad.