Sheinbaum visita Durango y llama cómico a Rafael Inclán por burlarse de mujeres
Ante la llegada de la nueva gobernante del país, Claudia Sheinbaum Pardo, al municipio del Mezquital, Durango, se reunieron autoridades estatales para darle la bienvenida en un evento en donde la primera presidenta de nuestra historia dio un discurso para todos los asistentes.
En este mismo, cerró de manera contundente con un recuerdo reciente que involucra al comediante y actor, Rafael Inclán.
“Fíjense que cuando entré al gobierno, un cómico muy famoso, quiso burlarse de mí y de las mujeres y dijo ‘ya llegó un ama de casa al Palacio Nacional’, y le dije ‘pues a mucho orgullo, soy mamá, soy abuela, soy ama de casa y también presidenta de la república’”, puntualizó la gobernante
El pasado entre Sheinbaum e Inclán
El intercambio reciente entre Claudia Sheinbaum y Rafael Inclán ha puesto en el foco una relación sin antecedentes de conflicto directo, pero con implicaciones profundas sobre la percepción de género y los roles en la vida pública. Inclán, conocido por su humor y estilo directo en su carrera como actor, hizo un comentario sobre Sheinbaum en el que la calificaba de “ama de casa”, un término que suscitó críticas por ser percibido como despectivo y que rápidamente generó reacciones en medios y redes sociales.
Para Sheinbaum, el comentario de Inclán ofreció una oportunidad deabordar temas de género en México, en especial sobre cómo los roles y etiquetas asignados a las mujeres pueden limitar o influir en la percepción pública de sus capacidades y logros. En su respuesta, la presidenta no solo aceptó la disculpa de Inclán sino que aprovechó para reiterar su mensaje de inclusión y respeto hacia todas las mujeres, destacando la importancia de reconocer su contribución tanto en el ámbito doméstico como en la esfera pública.
La presidenta electa utilizó la ocasión para fortalecer su postura de defensa hacia las mujeres y reafirmar los valores de igualdad y respeto como pilares de su administración. La disculpa pública de Inclán también refleja un cambio en las expectativas sociales sobre la responsabilidad de los personajes públicos en México y cómo deben abordar temas de género y lenguaje.