
Indeseable en La Laguna, Mario Salazar agrava crisis en el PAN
La inconformidad al interior del Partido Acción Nacional en la Comarca Lagunera está llegando a un punto de quiebre. En una entrega anterior ya habíamos comentado sobre el desconcierto de un sector significativo de la militancia en Gómez Palacio y Lerdo, el que detonó ayer por parte de un grupo de panistas que públicamente ya manifestó su rechazo a la alianza con el PRI para las elecciones municipales de este año.
Sin embargo, lo que podría parecer una simple diferencia por la estrategia electoral seguida, ha derivado también en una denuncia abierta en contra de la dirigencia estatal encabezada por Mario Salazar Madera, a quien acusan de actuar con autoritarismo y de imponer decisiones que van en contra del sentir de la base y hasta de la doctrina panista.
El dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, sigue insistiendo en que no se ha definido una coalición para Durango, mientras que en Veracruz ya rompió la alianza con el tricolor, lo que refuerza la postura de los militantes laguneros, quienes tienen razones de sobra para considerar que la dirigencia estatal ignora la realidad política.
Los panistas en aquella región están señalando directamente a Salazar Madera por estar actuando de espaldas a la militancia, ignorando la opinión de las bases e intentando imponer una visión centralista desde Durango capital, advirtiendo que causará un daño que podría ser irreversible para Acción Nacional no solamente en La Laguna, sino en todo el estado.
Y es que el presidente del Comité Directivo Estatal de plano ignoró los resultados de una consulta hecha en Lerdo, donde con 130 votos de militantes en contra y solamente 38 a favor, se rechazó la alianza con el PRI, cifras en mano que no fueron contempladas en el Consejo Estatal del partido, evidenciando una práctica altamente antidemocrática auspiciada por el propio dirigente.
La indignación no solo radica en la insistencia de Mario Salazar en promover la coalición, sino en la forma en que lo hace. Los militantes, incluso, lo acusan de actuar con total desprecio hacia los liderazgos regionales y de imponer candidatos sin considerar a quienes tienen amplio camino dentro de las filas del albiazul. Afirman que su estilo de dirigencia se asemeja más al de un operador político que busca beneficios personales.
El llamado de los panistas laguneros es muy claro: basta de imposiciones y de traicionar los principios de Acción Nacional. Si la dirigencia estatal sigue menospreciando a su militancia y promoviendo acuerdos cupulares que solo benefician a unos cuantos, el PAN en Durango corre el riesgo de una desbandada y de perder aún más legitimidad, representación y las elecciones.
Finalmente, hoy el PAN en Durango enfrenta un dilema: mantenerse firme en la defensa de su autonomía o ceder ante una dirigencia que parece olvidar que los partidos no se sostienen desde las oficinas centrales, sino en las bases que trabajan y defienden sus principios en el territorio. La dirigencia estatal debe escuchar y construir un proyecto político sólido o de plano continúa desconociendo la realidad y se prepara a encarar las consecuencias de su soberbia.
EN LA BALANZA.- La exclusión de estudiantes de la UJED en Gómez Palacio para la elección de la Federación Estudiantil Universitaria de Durango no solo es una omisión injustificada, sino una clara violación a sus derechos democráticos. La negativa a reconocer su participación en la FEUD responde más a intereses políticos que a razones legítimas. En un hecho histórico, más de 5 mil alumnos alzan la voz para exigir su derecho al voto y no pueden pasar inadvertidos. La Comisión Electoral tiene la responsabilidad de garantizar una elección incluyente, en lugar de permitir que la presión de grupos con agendas particulares margine a una parte esencial de la comunidad universitaria. No es un favor ni una concesión; es un derecho que debe respetarse.
X: @Vic_Montenegro