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Más dudas que respuestas en el caso de la bebé robada

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AGENTE 008

Por más medallas que el Gobierno del Estado se haya querido colgar por la aparición (sí, no fue que la autoridad la localizara) de la bebé que fue raptada del Hospital Materno Infantil, hasta el momento hay más dudas que respuestas sobre el caso. Y la cosa se pone peor.

Ya hay dos personas detenidas: la presunta responsable de haber sustraído a la menor de los cuneros y otra mujer, trabajadora de limpieza, presunta cómplice por haberle facilitado el acceso y tránsito dentro del hospital. Presuntas, ambas, porque hasta el momento no han sido sentenciadas y enfrentan su proceso legal.

Por más que el oficialismo insista en vender la idea de que el caso está resuelto, lo cierto es que las denuncias de la familia de Anabel (la señora de la limpieza), específicamente de su hija, Perla Núñez, sobre cómo se dio la detención y traslado de su madre, dejan muchas dudas en la sociedad.

De entrada, de acuerdo con lo que narra su familia, Anabel fue privada de su libertad, con lujo de violencia, sin un documento de por medio, en una camioneta blanca, polarizada y sin placas, que la "desapareció" por varias horas. La Fiscalía negó haber sido responsable, pero horas más tarde presumía que ya estaba en el Cereso.

Además, la hija de Anabel insiste en que la única "prueba" que tienen contra su madre es un video que ya es del dominio público donde se les ve platicando a las dos mujeres por espacio de unos minutos. "Mi mamá es buena gente, platicadora, a todos saluda, ¿cómo iba a saber que con quien fue amable se robaría a un bebé?"

Antier por la noche protestaron afuera del Hospital 450 porque se enteraron de que su mamá había sido trasladada ahí, presuntamente golpeada, pero que ninguna autoridad les ha querido dar explicaciones y por eso amagaron con realizar marchas y protestas diarias hasta que se haga justicia, pues están seguros de que Anabel es un "chivo expiatorio" en este caso.

¿Y LOS VIGILANTES?

Lo raro del asunto es que, hasta el momento, no exista un señalamiento oficial por parte de las autoridades de investigación contra los empleados del hospital que fueron omisos en su labor. Si bien la vigilancia es externa, los videos demuestran que no hicieron bien su trabajo; abandonaron sus puestos y por eso se pudo llevar a cabo el delito.

Es aquí donde entran las suspicacias, pues en redes sociales ya circulan presuntos contratos de funcionarios involucrados en negocios millonarios para dar el servicio de vigilancia a varios hospitales, todo con la bendición del más alto nivel del Bicentenario. Eso explica el porqué, a pesar de la falta de experiencia, se les adjudicaron directamente estos convenios de varios millones de pesos.

Si la señora de limpieza está platicando con una mujer que pretendía robarse un bebé, la evidencia muestra que fue dentro del hospital; esto quiere decir que alguien permitió que superara los presuntos filtros de seguridad que existen sin haber demostrado que realmente era trabajadora del nosocomio.

La Fiscalía del Estado tendría que aclarar esas dudas, pues resulta ilógico que estén acusando a una mujer de limpieza, mientras que, a los trabajadores de seguridad y sus jefes, que son los responsables del cuidado del hospital y de los filtros de acceso, no hayan sido ni citados a declarar. Sospechoso, ¿no?

FUNCIONARIOS PROTEGIDOS

Pero no solo a los responsables de la empresa de seguridad se les ha protegido del escándalo, cuando lo lógico es que tras la monumental falla deberían ser sancionados y retirarles los contratos, sino que a los funcionarios de Salud que debieron dar la cara tras el hurto del bebé jamás asumieron su responsabilidad laboral.

Ni el Secretario de Salud ni el Director del Hospital Materno Infantil fueron capaces de enfrentar los cuestionamientos de las familias afectadas y, ante la presión de la prensa, decidieron mandar al subdirector de Atención Médica (ni siquiera al Director) a soportar un linchamiento mediático en una improvisada rueda de prensa. Buenos para cobrar, pero malitos para afrontar consecuencias.

Hay varias dudas en la sociedad sobre este caso, además de una familia que no se piensa callar ante lo que consideran una injusticia y un atropello de la autoridad. Hay, también, una empresa de seguridad que tendría que ser sancionada, pero que a todas luces está protegida y con varios contratos millonarios más, que el Gobierno del Estado tendría que aclarar. En resumen, el caso de la bebé hurtada está muy lejos de haber terminado como se pretende aparentar.

Escrito en: VERDADES Y RUMORES seguridad, sido, haber, Anabel

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