Llegó sin avisar, se abrió y me dijo:-Soy la ventana.Seguramente advirtió mi desconcierto, porque añadió luego:
-Estoy cansada de que echen casas a través de mí. Todo mundo dice: “Echó la casa por la ventana”. ¿Sabe usted lo que eso significa? Es como estar dando a luz casas todos los días.
Le pregunté qué podía hacer por ella. Me respondió:
-De vez en cuando diga: “Echó la ventana por la casa”. No sólo usará usted una frase original: además me proporcionará un descanso.
En esta columna me había propuesto yo echar la casa por la ventana. Después de lo que he dicho se me permitirá que eche la ventana por la casa.
¡Hasta mañana!...