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La importancia del tipo de lecturas

ROLANDO CRUZ GARCÍA

Uno de los compromisos más importantes que debemos cumplir los profesores es el de proveer a nuestros alumnos de textos valiosos que les despierten el interés por la lectura, textos que les permitan comprender lo que leen, que les lleven a la reflexión, que les promuevan el pensamiento crítico, pero sobre todo que les ayuden a maravillarse con las extraordinarias imágenes y evocaciones que nos regala la lectura.

Un aspecto importante a considerar, al momento de promover que los estudiantes lean y que desarrollen su comprensión lectora, es el tipo de lectura que se les sugiere y que debe formar parte de las estrategias de aprendizaje que se desean trabajar; por ejemplo, no es lo mismo una lectura de auditorio que una lectura experta o una lectura en silencio o una de recreación o bien una lectura crítica. Aunque en general se concibe a la lectura como la comprensión del significado de símbolos o letras, también es común encontrar distintas frases para referirse a la lectura de algún tipo o forma de realizarla en particular. A continuación se mencionan algunos ejemplos de tipos de lecturas: lectura en silencio es aquella que se lleva a cabo sin pronunciar palabras, en la que se desarrolla una interacción tácita entre lector-autor y en la que predomina la autoreflexión.

La lectura de auditorio, también llamada lectura en voz alta; generalmente se realiza frente a un auditorio, que debe ser atento, respetuoso y cooperativo. "Toda lectura en voz alta de calidad, requiere de la comprensión de la lectura, de cierta intensidad, claridad, fluidez, pausas y entonación para una mejor comunicación del mensaje entre el lector y el auditorio" (López y Linares, 2006).

Lectura rápida es aquella que se realiza con la mayor velocidad posible; consiste en leer el mayor número de palabras por minuto, con la claridad, entonación y comprensión posible; para algunos autores es la llave para alcanzar el mayor grado de comprensión lectora (Buzan, T., 2006). Lectura comentada es una técnica de lectura que se hace utilizando libros que se relacionen con el tema de estudio. Esta técnica permite la comprensión de la forma y el fondo, se relaciona particularmente con la búsqueda del qué y el cómo de una conceptualización en particular; todo con el fin de interpretar el contenido de un texto o libro (Fuenlabrada, S. 1993).

La lectura crítica es aquella que requiere de una participación activa del lector, en la que pone todo su interés, conocimiento y posición ante la temática propuesta; es necesaria su capacidad y poder de reflexión, su habilidad de síntesis y de análisis, así como su claridad al momento de manifestar su postura crítica ante los temas que aborda la lectura; cabe señalar que la postura crítica no es lo mismo que criticona, ya que lo que se busca es transformar los criterios con los que se reflexiona acerca de una lectura (Ribeiro, L. 2001).

La lectura recreativa es también conocida como lectura por placer o lúdica, ya que su finalidad es divertir, pasar el rato, entretenerse; por lo que el aprender es sólo una consecuencia. La lectura experta es una lectura de alta calidad que debe conocerse y comprenderse a profundidad y normalmente debe seguir todo un proceso: "El proceso lector se inicia con una predicción de la lectura o prelectura. Se continúa con una lectura crítica, acompañada de diversas acciones como el subrayado de información, el sintetizado, etc. y cierra con una actividad, principalmente gráfica u oral, posterior o poslectura", (López y Linares 2006).

Por último, la lectura de estudio: "es aquella que nos permite comentar bien la información; su objetivo es alcanzar una comprensión profunda de cualquier tipo de texto, obtener de éste la información más importante, y reelaborar en nuestras propias palabras lo leído" (De la Torre y Dufoó, 2006).

En ciertas páginas de Internet aparecen algunas otras clasificaciones o tipos de lectura, atendiendo a diferentes aspectos, se clasifica atendiendo a la diferencia entre los códigos orales y escritos. Existe otra clasificación importante atendiendo los objetivos de la comprensión, por ejemplo: la lectura silenciosa, de extensión, de intensidad, rápida y superficial e involuntaria. Según la velocidad se puede clasificar en: lectura integral, reflexiva o media, lectura selectiva, atenta o de vistazo, etc.

Más allá de las clasificaciones y tipologías que podamos encontrar acerca de los tipos de lectura, lo trascendental es aceptar que en las escuelas se lee poco, lento y mal y que el único camino para transformar esta lamentable realidad de nuestras escuelas es el de promover la lectura de comprensión, analítica, reflexiva, amena, crítica y lúdica; que todos los días nos llevemos algo a la cara para leer, para disfrutar, para maravillarnos con lo que nos imaginamos a partir de lo que leemos.

Seamos profusos difusores de la lectura, porque sólo leyendo podemos desarrollar el valioso complemento de la misma: la escritura; si leemos poco, escribimos mucho menos; hemos ido perdiendo esa extraordinaria habilidad y hábito. ¿Hace cuánto no escribimos una carta, por ejemplo?

Escrito en: lectura, comprensión, lectura,, aquella

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