La crisis económica y la tristeza abaten fuertemente a la gente de Durango, pudo constatar en sus visitas pastorales Herminio Talavera, vicario general de la Arquidiócesis de Durango.
Los municipios y las comunidades de Durango viven pobreza por diferentes situaciones, expresó el presbítero.
Y aunque la participación de los fieles en la Eucaristía sigue siendo buena, la pobreza económica se ve reflejada en las parroquias puesto que la gente ayuda menos.
Algunas de las razones de esta pobreza es porque las familias están trabajando en el país vecino y los están despidiendo de sus empleos; la situación de violencia; y la sequía, es triste, sobre todo por la falta de lluvia para los campos duranguenses.