Lo que sucede alrededor del Partido de la Revolución Democrática es verdaderamente patético: en la sesión ordinaria del Cabildo capitalino verificada el viernes pasado, cuando se sometió a votación la Cuenta Pública del bimestre julio-agosto del año en curso, el voto de los regidores perredistas se dividió: Miguel Ángel Lazalde se manifestó a favor y Alfredo Santisteban en contra.
Santisteban ya perdió la brújula. En forma automática el regidor neoperredista se opone a todo lo que provenga del Gobierno Municipal priista. A veces asume posiciones infectadas por una actitud política irracional. El ejemplo más reciente es justamente la Cuenta Pública bimestral, donde pese a que la tesorera municipal, Cristina Díaz, presentó un estado financiero razonable, el voto de Alfredo, sin la más mínima reflexión, en contra.
Otro caso patético más al interior del perredismo. Recientemente Rafal Jaco Femat se le ocurrió la graciosada de anunciar que un grupo de perredistas van a solicitar la destitución de Soledad Ruiz Canaán de la Presidencia del Comité Ejecutivo Estatal del partido por “actitudes sospechosas’’.
Y para el viejo fundador del PRD, Jacobo Femat, cuyas aportaciones al partido han sido mínimas, la actitud sospechosa de Soledad radica en que la Doctora Ruiz Canaán afirmó que el PRD no se va a a sumar al Frente Parcial de Oposición.
Pero resulta que la afirmación de Soledad tiene sustento, pues la Presidenta del PRD, sólo podrá suscribir alianzas con los partidos del Trabajo y Convergencia, toda vez que es un mandato del pasado Consejo Nacional perredista. En consecuencia, no cabe el ingreso del partido al Frente Estatal Parcial de Oposición.
¿Y Arturo qué?
Al contrario, la apuesta aliancista del PRD debe ser con el Partido del Trabajo, instituto partidista que ocupa la tercera fuerza electoral en la entidad y con la pedacería que conforman el Frente Parcial Opositor.
El martes pasado se reunió la Comisión Política del perredismo. Después de la rueda de prensa que ofrece el PRD ese día a los medios, se lleva a cabo las sesiones de trabajo de la CP. En la última salió a relucir el papel de Arturo López Bueno en ese órgano de Gobierno.
López Bueno no es miembro activo del partido. Igual sucede con “Juanito’’ Cruz, pese a que en las ruedas de prensa el diputado se asume como tal. A varios miembros de la Comisión Política les incómoda la presencia de Arturo en las reuniones. El martes pasado, por ejemplo, le recordaron que sólo tiene voz y no voto. Y mañana es previsible que definan la situación de López Bueno.
En la mera cara
Los petistas fueron muy “machos’’ a la sesión de Cabildo del viernes pasado a protestar por, según su diagnóstico, el abultado número de baches distribuidos en la ciudad. Pero cuando le tocó el turno a Jaime Fernández Saracho defender el tema, el Secretario del Ayuntamiento sacó los diarios de cuando el PT gobernaba el Municipio y cómo ellos enfrentaban la guerra contra los baches.
En los medios impresos de aquella época, el Gobierno petista, como hoy lo hacen los priista, pedían paciencia a los ciudadanos para tapar los hoyos.
Pese a que una parte del Partido del Trabajo se desprendió y se fue al PRD, la corriente encabezada por Marcos Cruz, y otra se apoderó de la dirección estatal, con Gonzalo Yáñez a la cabeza, la realidad es que una y otra son almas gemelas.
Usted recordará que aquí en este mismo espacio hemos dejado constancia de la falta de seriedad de los hermanos Cruz cuando lanzan denuncias sin ton ni son contra las autoridades, sean estas priistas o panistas.
Así como “Juanito’’ Cruz ha afirmado a los cuatro vientos que las dificultades económicas del Estado y del Municipio tiene su origen en que ambas instancias desviaron recursos económicos para financiar las campañas políticas de los aspirantes priistas, Sergio Carrillo, de las huestes de Gonzalo, repitió el mismo casete que su antiguo compañero de partido.
Carrillo afirma que en el gasto público del Municipio se programaron 104 millones de pesos para el programa de bacheo. Y azorado, Sergio pregunta al titular de Obras Públicas Municipales ¿dónde quedaron los 104 mdp?
Como Francisco Xavier Rodríguez, titular de la dependencia municipal, no ha respondido a la pregunta, Carrillo sacó sus propias conclusiones: Los 104 millones se gastaron en la campaña electoral pasada “apoyando a los candidatos del PRI’’.
¿Donde está el pecado de Sergio Carrillo? Son dos: primero, por copión, toda vez que “Juanito’’ formuló inicialmente a tal hipótesis sin la más mínima carga de la prueba. Segundo, Carrillo, al igual que Cruz, aseguró que hubo desvío de recursos para la campaña pero no aportaron algún dato, indicio o prueba.
Pese a que Sergio y “Juanito’’ ya no militan en el mismo partido, no obstante siguen padeciendo el mismo mal: hablar por descalificar, sin sustento.