Los atentados contra maestros en distintas comunidades del estado han dado como resultado que algunos de ellos dejen el servicio que prestan por su propia seguridad.
El secretario general de Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Rosendo Silva Vargas, comentó que por esa situación ha habido apoyo por parte de las autoridades debido a la inseguridad de los maestros, especialmente porque existe incidencia en el robo de sus salarios o despensas cuando se disponen a retornar a sus respectivos hogares.
Informó que donde ha sido recurrente la situación es en San Dimas, El Salto y Guanaceví y se calculan que unos 40 ó 50 maestros ya se retiraron por tales acontecimientos.
En consecuencia los grupos de niños quedan sin docente al frente, en lo que se envía a un sucesor y se encuentran los mecanismos para continuar las clases de manera normal, pero mientras tanto ya perdieron por lo menos una semana de clases.
Silva Vargas reiteró que se trata de cumplir con los alumnos y las actividades por parte de los docentes, quienes tienen que salvaguardar su tranquilidad.
"La Secretaría de Educación del Estado ya hizo convenios para proteger y garantizar la seguridad de los propios docentes y para el reinicio de este ciclo no hay informes y es nula la incidencia".
Servicio y vocación
El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, señaló en relación al tema que siempre ha sido una práctica normal que en las escuelas que están en las poblaciones rurales más apartadas los docentes no perseveran, huyen y se salen por cualquier circunstancia.
"Es una práctica que se realiza desde siempre, los maestros deben tener vocación de servicio para aplicarse y plantarse para enseñar a los niños".