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Forman artistas duranguenses

Citlalli Sánchez Balbuena

La Casa de la Cultura ha sido, por muchos años, el espacio para que cientos de personas perfeccionen sus aptitudes en las artes plásticas. Es el lugar en donde llegan aquellos que lo ven como un entretenimiento pero con el pasar del tiempo encuentran una verdadera vocación.

Se tienen cuatro grupos para el curso de Pintura, divididos tanto en horario matutino como vespertino. Lo ideal es que el grupo se conforme por 24 alumnos pero es tal la demanda que por lo general son 35 en cada uno de los diferentes horarios.

El maestro Juan Rodríguez López desde hace 15 años da clases de Pintura tanto a niños como adultos y siente gran satisfacción cuando se percata del avance que registran sus discípulos, pues algunos de ellos llegan sin noción alguna sobre el tema pero al final de cada curso se nota una mejoría sorprendente. “Ver nacer nuevos artistas es la mejor recompensa”, manifestó el pintor.

Platica que un gran porcentaje de las personas que se inscriben en este taller lo hace para aprovechar sus ratos de ocio, pero algunos de ellos descubren que es su verdadera pasión. De esta forma, una vez culminados sus estudios en la Casa de la Cultura, por lo menos dos personas deciden prepararse profesionalmente en esta área, ya sea en la Escuela de Pintura, Escultura o Artesanías de la Universidad Juárez del Estado de Durango, o bien en otras instituciones fuera de la entidad.

DEDICACIÓN POR EL ARTE

En el salón de Pintura conviven seres humanos que atraviesan las diferencias de edades así como de conocimientos, uniéndose alrededor del lienzo, lápiz o el pincel.

Y a pesar que las aulas y el mobiliario donde se imparten estos conocimientos resultan insuficientes por el número de aprendices, éstos se esfuerzan dos horas diarias con la finalidad de terminar un cuadro bajo la supervisión del experto, quien les brinda atención personalizada dándoles la libertad de escoger la técnica y el dibujo de su preferencia, así como respetar su propio ritmo de trabajo.

Por supuesto, los principiantes comienzan con ejercicios de dibujo pero con constancia y dedicación dominarán diversas técnicas, como por ejemplo el óleo, pastel, acuarela. El material de pintura puede representar algún gasto significativo pero será aprovechado al máximo, además a los novatos sólo les piden lápices y borrador.

Si se tiene tesón, al final de los cuatro meses cada estudiante puede tener hasta ocho cuadros; pero bueno, hay quienes prefieren hacer menos debido, en gran parte, porque combinan la pintura con otras actividades.

COMPARTEN EL GOZO

Para estudiar Pintura el único requisito es un gusto nato por esta actividad, así que lo mismo se inscriben amas de casa que estudiantes de diferentes niveles educativos, profesionistas y pequeños hasta de cuatro años de edad, quienes se hacen más sensibles y aprecian el arte.

Tan distintos pero a la vez unidos por su amor a la pintura, tienen un excelente ambiente de compañerismo, en el cual compartieron los motivos que los mueven a plasmar sus sentimientos. “Desde los 17 años empecé a estudiar Pintura, pero para mí es un hobby porque me despeja la mente y siempre hay algo nuevo qué aprender”, comenta Jesús Arritia Galindo.

Con tan sólo 11 años en el libro de su vida, Brian Terán Muñoz platica que le divierte mucho utilizar las pinturas; por otro lado la señora María Elisa Quezada dice sentir mucha alegría cuando se percata de su progreso en esta área, pero que su reto es seguir adelante hasta perfeccionarse.

“La pintura es una inquietud desde hace 24 años, cuando estaba en la secundaria y me estoy reencontrando con ella, me gusta porque me relaja, quita el estrés y es una actividad complementaria de formación que también le estoy heredando a mis hijos y pienso continuar hasta donde la salud me lo permita”, fueron las palabras de Alfredo Antuna González.

ESFUERZO PREMIADO

Cuando el calendario marca el final del curso es el momento de escoger entre las obras realizadas para compartirlas con familiares y amigos en la galería de este plantel difusor del arte. Durante un lapso de 15 días o máximo dos meses, las pinturas estarán a la vista de todos los que gusten admirarlas y reconocer el esfuerzo de sus autores.

Rodríguez López dijo que en antaño todo lo producido en su curso era mostrado, pero el espacio con el que se cuenta es poco, así que lo mejor es aprovecharlo dando oportunidad a todos los participantes de enseñar el producto final de su esfuerzo.

A lo largo de su historia, la pintura ha adoptado diferentes formas, según los distintos medios y técnicas propios de cada una de ellas. Hasta el siglo XXI se ha venido apoyando, casi invariablemente, el arte del dibujo. En Occidente, la pintura al fresco, que alcanzó su mayor grado de desarrollo a finales de la Edad Media y durante el Renacimiento, se basa en la aplicación de pintura sobre yeso fresco o seco. Otra variedad antigua es la pintura al temple, que consiste en aplicar pigmentos en polvo mezclados con yema de huevo sobre una superficie preparada, que suele ser un lienzo sobre tabla.

Durante el Renacimiento, la pintura al óleo vino a ocupar el lugar del fresco y del temple. Otras técnicas de pintura son: el esmalte, la encáustica, el gouache, la grisalla y la acuarela. En los últimos años se ha extendido el uso de las pinturas acrílicas, con base de agua, de rápido secado y que no se oscurecen con el paso del tiempo.

Con el pasar de los siglos se han venido sucediendo diferentes métodos y estilos artísticos, así como teorías relacionadas con la finalidad del arte para, en algunos casos, reaparecer en épocas posteriores con alguna modificación.

PREPARACIÓN

Pequeñas pinceladas

Es conveniente que desde sus primeros años se inculque a los infantes el amor por la pintura y así despertar su talento.

-Un niño desde los 11 meses está listo para pintar, claro que hay casos difíciles porque tienden a llevarse todo a la boca, pero aprenden rápido a respetar los reglamentos.

-Es conveniente iniciar pintando con dedos y manos y más tarde con brochas, pinceles, desodorantes de roll-on llenos de pintura, esponjas, sellos, cepillos dentales.

-Con sus manitas pueden pintar cuadros en una tela puesta en un aro de bordar, ropa, trastecitos de barro, macetas, jarrones, latas, piedras, troncos sin corteza, en cartulina, papel grande, hojas, dibujos, etc.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

Escrito en: pintura, cada, diferentes, curso

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