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Democracia y poder

Durante el pasado fin de semana la casa de la mamá del Presidente de México fue invadida por un grupo de inconformes, acto planeado, a todas luces, por personas ajenas a los verdaderos campesinos mexicanos, quienes evidentemente fueron manipulados e incitados a violar la ley, a fin de presionar a la autoridad para que atiendan sus peticiones.

Más allá del hecho vandálico, se leen posturas irracionales de los diferentes grupos que buscan hacerse del poder, porque bástele preguntarse: ¿de dónde sacaron los recursos los más de mil protestantes para poder rentar decenas de autobuses que los transportaron desde distintos estados federales, eso sin contar su alimentación y otros costos indirectos?

Ésta es una advertencia más para la sociedad mexicana: los grupos que están luchando entre sí por el poder en México han rebasado todas las normas establecidas por la ley, la más pura tradición política y el orden público. Éste es un claro principio del camino hacia un estado de anarquía que, una vez establecido, muy difícilmente podrá ser contenido por los que ahora se encargan de provocarlo.

De nuevo se confirma que las reglas de urbanidad, respeto a los demás y orden han sido rotas en aras de buscar el bien de algunos, los pocos, pasando por el de los de otros, los muchos, porque... ¿qué tiene que ver la mamá del primer mandatario y su propiedad privada (grande o chica, rica o pobre) en cuestiones de políticas y responsabilidades del Estado? Lo que quedará será el precedente del uso de una nueva "arma" de agresión entre opositores, fuera de la ley y basada en afectar a familiares que no son responsables de los actos de otros y que nada tienen que ver con política.

Recuerde usted que en San Salvador Atenco ya prevaleció la fuerza por encima de la ley y el orden, y que en cuestiones de presionar a la autoridad, hoy en día, los revoltosos se valen de manifestaciones violentas, agresiones verbales, asonadas y hasta amenazas de linchamientos (literalmente) de autoridades municipales. Y no olvide el caso de Chiapas, donde ya algunos municipios se administran con sus propias leyes, reglamentaciones y políticas, con elecciones organizadas y sancionadas por sí mismos, lejos de la constitucionalidad del resto de México.

Desde luego que en el fenómeno social podemos encontrar factores como injusticia, pobreza, incompetencia profesional, incluida la falta de capacidad en materia administrativa de algunas autoridades federales, estatales y municipales, que han llegado a ocupar cargos de poder sin tener la preparación adecuada para detentarlo con base en el conocimiento y la experiencia, pero igualmente es verdad que en el fondo de cada incidente existen intereses ocultos, de grupos minoritarios que pasan sobre las conveniencias de la sociedad y por encima de los responsables de mantener el orden social.

Pero si se arremeten contra la mamá del Presidente de México para hacer presión a la primera autoridad, es claro que ya no existen límites en relación con el abuso, chantaje o presión política y hasta física a personas, con base en la amenaza en la seguridad de sus familiares; es la ley de la selva instalada en pleno siglo veintiuno.

El caos va hasta lo profundo de los partidos políticos, al menos en los más representativos, todos padeciendo el descrédito por las consecuencias del llamado "fuego amigo"; luchas por el poder entre Vicente Fox y su esposa contra los directivos del Partido Acción Nacional; diferencias y acusaciones graves entre Rosario Robles y Manuel López Obrador, en una carrera por la candidatura del PRD a la Presidencia de la República, que hace al propio líder Cuauhtémoc Cárdenas involucrarse en interés por el partido y al parecer con ánimos de apaciguar a los rijosos; ni qué decir del PRI, que con la lucha de los madracistas contra los elbistas (y las sospechas del quién respalda a la dama) han logrado continuar con el despeñe del poco prestigio que queda en el tricolor.

Todos, en conjunto, golpeando la credibilidad de los simples ciudadanos, rompiendo con las reglas mínimas de respeto a los demás, amenazando con el uso de la violencia aplicada a los familiares de los políticos, manifestando su incapacidad por la deficiente preparación. En resumen: agrediendo a la verdadera democracia.

Algunos estudiosos de la política hablan de la democracia y las etapas de maduración que presenta a través del tiempo de ejercerla; la primera de ellas, denominada como "distributiva", se refiere al primer momento, cuando el poder se reparte entre las personas con diferentes posturas ideológicas y plataformas políticas, que se da como una consecuencia de la más alta, inteligente, cultivada calidad de la discusión, incluyendo hasta la misma controversia entre las partes interesadas en el tema; se supone que el proceso continúa con una fase de "participación" y finalmente con la de mayor madurez, la de "diálogo" que, como las palabras indican, por su propio significado, hacen que con base en el debate fundamentado, respetuoso y moderado por las más elementales reglas, lleven a la discusión nacional a definir el cómo se van a lograr sentar las bases para las mejores formas de vida para todos.

Estará usted de acuerdo conmigo en que para los casos federales, estatales y hasta municipales de México no merecen, al menos, el primer nivel de calificación en cuestión de evaluación democrática.

Y seguramente también estará de acuerdo conmigo en que habremos de encontrar la forma de frenar las actitudes salvajes y depredadoras de algunos seres humanos que se dicen "políticos" y que han invadido el espacio público de nuestra patria.

Ante la presencia de los vándalos, depredadores, vulgares, incapaces y mal intencionados violadores de la ley, el ejercicio de nuestro derecho a la elección de representantes a través del voto es la mejor arma y ejerciéndolo podremos, poco a poco, hacer valer nuestra voluntad. ¿Usted qué piensa hacer? [email protected]

Escrito en: poder, México, primer, federales,

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