Los manifestantes que se oponen al gobierno tailandés obligaron este martes a un breve cierre en hora pico del sistema de trenes elevados de Bangkok y prometieron ampliar sus protestas, que han sumido en el caos la capital.
El primer ministro Abhisit Vejjajiva, que ha roto las negociaciones con los manifestantes que ocupan partes del centro de Bangkok, dijo que esperaba resolver la crisis pronto sin emplear la fuerza, pero también desplegó a centenares de soldados armados con fusiles automáticos para custodiar estaciones de trenes y otros importantes puntos de tránsito.
''Reconocemos que con cada día que pasa, el pueblo de Tailandia sufre, el país sufre, pero queremos asegurarnos de que se respete la ley'', le dijo Abhisit a la CNN, que lo reportó en su portal en internet.
''Vamos a tratar de hacer cumplir las leyes con las menores pérdidas posibles y vamos a tratar de encontrar una solución política, pero eso requiere tiempo, paciencia y cooperación'', agregó.
Al menos 26 personas han muerto y casi mil han resultado heridas desde que los manifestantes conocidos como "Camisas Rojas" ,que provienen mayormente de zonas rurales pobres y consideran ilegítimo el gobierno , comenzaron a ocupar partes de Bangkok a mediados de marzo, obligando a cerrar hoteles de lujo y centros comerciales y devastando la vital industria turística del país.
El gobierno no ha ofrecido una explicación clara de cómo planea poner fin a la crisis, luego de rechazar una propuesta de los Camisetas Rojas el fin de semana en la que éstos propusieron disolver el parlamento en 30 días, en lugar de inmediatamente, como habían demandado.
En su entrevista con la CNN, grabada el lunes, el premier Abhisit dijo que no podía disolver la legislatura sin consultar a otros partidos y dijo que las negociaciones políticas ''deberían conducirse bajo condiciones en las que haya paz, la gente puede expresar sus opiniones y no es intimidada por un grupo pequeño''.