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DE MALOS Y BUENOS FUNCIONARIOS... EJEMPLAR SURCANDO CAMINOS HÉCTOR HERNÁNDEZ

Hace un año, un grupo de trabajadores tuvo el valor civil de denunciar al procurador Agrario, José Noel Pérez Saláis, por ejercer actos de corrupción, prepotencia y abuso de poder. Las consecuencias no se dejaron esperar: en represalia, los despidió.

Fue el pasado 3 de agosto cuando 15 visitadores y abogados agrarios de la Delegación Estatal de la Procuraduría Agraria recibieron la notificación de haber sido destituidos de sus empleos por el Órgano Interno de Control de esta dependencia federal.

Todo surgió por la inconformidad contra el hostigamiento laboral y los cambios de adscripción; se llegó hasta a comentar que Pérez Saláis amenazaba a sus empleados con enviarlos a trabajar hasta Yucatán u otra entidad lejana por el carácter federal de la PA, señalan los afectados.

De hecho, son las principales medidas de represión que aplica este funcionario cuando es criticado por su nula capacidad de gestión y escaso conocimiento de la problemática agraria.

También acusan los trabajadores de la Procuraduría Agraria a Pérez Saláis de violar la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal al tener trabajando en esta Delegación a amigos que no reúnen los requisitos legales para ocupar diversos cargos.

Entre las quejar contra Pérez Saláis se suma su ausentismo laboral por lo que los campesinos tienen problemas frecuentes para resolver sus asuntos. Sin embargo, el Procurador Agrario estatal cobra su sueldo íntegro de 85 mil pesos mensuales a pesar de que ha llegado a ausentarse de su trabajo hasta tres meses.

Hoy los 15 afectados recurren a los préstamos o créditos para poder pagar abogados para que los reinstalen en sus puestos, a pesar de que sus salarios no rebasan los cuatro mil pesos quincenales. Peor es nada, aunque es mucha la diferencia frente a quienes no trabajan y obtienen sueldos de 85 mil pesos, un insulto para los pobres obreros de Durango.

Se aproxima la gran celebración del bicentenario de la Independencia y se recuerda a los paladines que nos dieron patria, Hidalgo, Morelos, Guerrero, Victoria, Bravo, los Galeana, en fin, pero ¿qué pasó con Jerónimo Hernández?, de quien el Congreso de 1824 ordenó se erigiera un monumento a este insurgente precursor de la lucha armada en las llanuras de Tapona contra los gachupines. No se ha cumplido. Hay una calle y un pueblo con su nombre, pero de su esfinge, nada.

En el trienio de Jorge Sicsik Arévalo se colocó una placa a pie de carretera Durango-Gómez Palacio, a la altura del poblado Jerónimo Hernández. Tal vez podrían hacer algo por ese mandato, y presumir a los héroes surgidos de esta bendita tierra que los vio nacer y morir por la patria.

Sería un Cabildo modelo el de Lerdo si logra cumplir el acuerdo de no recibir bono de marcha o indemnización por los tres años de servicio, debido a la situación financiera del Ayuntamiento. Estoy seguro de que ningúno de los 39 municipios goza de una economía halagadora; de menos a más están fregados conociendo sus presupuestos, obras y servicios, pero aun así la mayoría -por no decir que casi todos- recurrirá prácticamente al saqueo, incluyendo a los del Gobierno del Estado. Nadie sale pobre. Por lo tanto, los integrantes del Ayuntamiento de Lerdo serán un gran ejemplo de solidaridad a un pueblo duranguense cansado de ser objeto de botín de oportunistas.

Coincidimos. Marcos Gómez Quintero, regidor gomezpalatino, afirma que no es ético recibir el llamado bono de marcha, cuando durante tres años los regidores, Síndico y demás integrantes del Cabildo recibieron buenos sueldos con los que pueden vivir dignamente. Además, admite que sería una ofensa para la ciudadanía, pues de antemano el Ayuntamiento no está en condiciones financieras para erogar fuertes cantidades de dinero al final del trienio.

Campesinos, obreros, estudiantes y amas de casa pidieron a Raúl Piedra, alcalde electo, entre otras acciones, que sea un presidente con sensibilidad, cercano a la gente y cumplir con las promesas de campaña, pues su antecesor fue señalado de no responder a las expectativas de la gente y por eso optaron por la alternancia en el poder los próxmos tres años.

De todos los rellenos sanitarios programados para el presente año, parece ser que solamente el de Lerdo y Mezquital se concretarán; el de Pueblo Nuevo quedará pendiente, será una obra a realizar por la próxima administración, además de la planta potabilizadora de agua, que solamente quedó en proyecto con recursos autorizados.

Dudo que los comités encargados de la entrega-recepción vayan a encontrar irregularidades en las diferentes áreas de la administración municipal, y si las hay, todo quedará en familia. Ésa es la ventaja de la continuidad.

Escrito en: Pérez, tres, Saláis, Lerdo

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