Este impreso ventiló hace algunos días una sanción impuesta por la Secretaría de la Función Pública (SFP) a Durango, por irregularidades en el ejercicio de recursos turísticos correspondientes al 2008. La sanción, notificada al Gobierno Estatal a principios de 2010, impidió que la entidad lograra bolsas para aplicarse en ese rubro.
De inmediato, el aparato gubernamental actual movió cielo, mar y tierra para restarle impacto a la noticia. Que la SFP sancione al Estado cuando la bandera del fomento turístico ha sido una de las más utilizadas en los últimos años no es poca cosa. Así, las secretarías locales de Turismo, Contraloría y Finanzas salieron al rescate de la anterior administración y a lo que parecían pifias evidentes de la ex titular de la primera de las dependencias, Susana Elósegui Cross.
Cada uno con sus versiones -no coordinadas entre sí- intentaron explicar lo que ocurrió, cómo solventaron el problema y la presunta recuperación del recurso, unos 55 millones de pesos de acuerdo con el boletín informativo ese día.
Como sea, aún no está claro el destino que tendrá ese monto ni cuándo será aplicado. Tampoco si pertenece al ejercicio 2010 o 2011. En fin, dando tumbos, pero de alguna forma justificaron socialmente los errores que llevaron a la pérdida.
Pero resulta que ése no es el único caso relacionado con la máxima instancia sancionadora de la función gubernamental en el país. Ayer, el director local de la Comisión Nacional del Agua, Jorge Armando Nevárez Montelongo, reconoció que un paquete financiero hidráulico también sufrió el mismo destino.
El programa de Agua Potable y Tratamiento de Aguas Sub-Urbanas (Apasu) no se recibió en Durango en 2010. La razón: otra sanción de la Secretaría de la Función Pública, por irregularidades localizadas en los años 2008 y 2009. Aunque no se detallan fechas específicas de las inconsistencias, la responsabilidad sería compartida entre el ex titular de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED), Miguel Ángel Herrera Tapia, y el actual responsable, Miguel Calderón Arámbula.
Existe un denominador común entre ambos casos: ninguno ha sido ventilado o reconocido por autoridades estatales. Más bien le han dado la vuelta, llegando, incluso, a responsabilizar al propio Gobierno Federal del problema.
Sin embargo, el grupo en el poder no fue omiso, pese a la discreción guardada en la socialización del problema: en su momento, a Herrera Tapia se le impidió su continuidad al frente de la dependencia estatal, aunque a cambio se le incorporó en otra área del gabinete estatal. Eso sí, nunca sabremos si fueron los errores al frente de la dependencia los que lo relegaron; Elósegui Cross, de plano, ya no fue incorporada a la función pública local.
Las irregularidades -de nuevo supuestamente- ya fueron subsanadas, y todo indica que Durango será beneficiado por el programa federal en 2011, aunque lo perdido en el año no acabado ya no se recupera.
Así, poco a poco le van surgiendo detalles al equipo del ex gobernador Ismael Hernández Deras. Detalles que estaban bien escondidos. Ojalá no haya más.
DE REOJO// A casi tres meses de colapsado, el puente de La Ferrería sigue convertido en una estructura semicolgante: vehículos ligeros deben atravesar sobre polines de madera, sujeros por unos tornillos a la vieja estructura. Mientras, los de carga pesada se ven obligados a tomar una desviación por el lecho del río. Aún, dicen, no llegan los recursos del Fondo de Desastres Naturales. A ver cuándo.