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De Política y Cosas Peores

CATÓN

 E L señor Porritas llegó a su casa en horas de la madrugada. Su esposa lo esperaba hecha una furia. "¡Mira nomás cómo vienes! -le grita exasperada-. ¿Cuánto te gastaste?". "dos mil pesos" -responde él con mansedumbre-. "¡dos mil pesos! -bufa la señora-. ¡Es demasiado!". "Ni tanto -contesta el señor Porritas-, si se toma en cuenta lo caro que están ahora los cigarros, el whisky y las mujeres"... El agente de policía le informa al médico legista: "Ya tenemos el apellido del hombre al que le pasó por encima la aplanadora. Es Iribarrigorrencoecheaiturrigarro''. "Muy bien -anota el doctor-. ¿Y no sabe cómo se apellidaba antes de que la aplanadora le pasara por encima?''... Dos compadres bebían en la cantina, y estaban ya beodos. Se queja uno con tartajosa voz: "¡Ya no puedo vivir con mi mujer, compadre! ¡Es muy mala!''. Farfulla el otro ebrio: "No sé por qué dice usted eso, compadrito. Anoche estuve con la comadre, y la encontré muy buena''... La izquierda mexicana se ha dedicado a dilapidar su capital político, y lo ha hecho con un tesón digno de mejor causa. México, digo yo, es un país de izquierda. Las luchas por la Independencia tuvieron el impulso de intelectuales de avanzada que leían a los enciclopedistas franceses en libros aromados de canela y clavo, pues venían ocultos en barriles de especias traídos por la nao de China. Vino después aquella brillante generación de la Reforma, nutrida en las ideas liberales, la extrema izquierda de aquel tiempo. Luego, en tiempos de la Revolución, la ideología que se plasmó en la Constitución del 17 fue roja, según se decía entonces, o sea izquierdista. Esa tradición perduró en el siglo XX, si bien sufrió un quebranto con la caída de la Unión Soviética y la liquidación del comunismo. Eso puso desconcierto en la izquierda mexicana, y la dividió en facciones que se enfrentaron -y se siguen enfrentando aún- entre sí. Tales pugnas han impedido hasta ahora que la izquierda llegue a la Presidencia. Y todo indica que tampoco llegará en el 2012, pues, según las cosas se ven ahora, habrá dos candidatos izquierdistas, con lo que esa tendencia quedará nuevamente, y como siempre, dividida. Es una lástima, porque muchos piensan -me cuento yo entre ellos- que este país necesita un gobierno de izquierda que mire por los pobres de México, cuyo número y carencias han aumentado sensiblemente en estos años últimos. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para que haya en México una izquierda democrática y liberal, desatada de los caducos dogmas y del estrecho maniqueísmo, carente de toda actitud crítica, que sigue caracterizando a muchos izquierdistas de hoy? Y otra pregunta: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?... El draconiano juez examinaba el expediente del reo. "Asalto nocturno a un banco, asalto nocturno a un banco, asalto nocturno a un banco... Una docena de asaltos bancarios, y todos en la noche''. "Sí, señor juez -reconoce tímidamente el individuo-. Es que de día me da mucha vergüenza''... "No cabe duda -comentó un señor en la comida con sus amigos-. Nuestras esposas jamás acaban de conocernos bien''. "¿Por qué dices eso?'' -le pregunta uno. "Miren el caso de mi mujer -responde el señor-. El otro día llegué de un viaje, y ella estaba en la recámara. Al verme se puso muy nerviosa. Sobre la silla había ropa de hombre. Me la medí, y toda me quedaba grande. Entendí entonces la causa de su nerviosidad: tenemos 20 años de casados ¡y todavía no conoce mis medidas!"... El severo señor le concedió por fin la mano de su hija al desfachatado pretendiente. "Una cosa le encargo, joven -pidióle con voz grave-. Mi nena es una muñequita; una figulina de Tanagra; una rosa de pitiminí. Es frágil, exquisita, delicada...''. "¡Ni tanto, ni tanto, don Poseidón! -le dice con gran sonrisa el galancete al genitor al tiempo que le daba una fuerte y confianzuda palmada en las espaldas-. ¿Ya me ve a mí, tan grandote, tan robusto, tan pesado? Pues cuando le doy a escoger a Florilí entre estar abajo o estar arriba, ella prefiere siempre estar abajo. Aguanta, aguanta". FIN.

Escrito en: izquierda, señor, nocturno, estar

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