Canatlán, Dgo.
Víctimas de los delirios de grandeza o complejos de inferioridad, producto de su alcoholismo, dos amigos decidieron sacar sus cuchillos para liarse en fiera lucha hasta quedar seriamente heridos en una de las calles de Canatlán, donde el fantasma de la violencia está presente.
En pleno viernes Santo, Juan Miguel Domínguez Ochoa y Mauricio Ordaz de Santiago, de 28 y 30 años de edad respectivamente, agarraron la parranda en Los Nogales, donde pasaron de grandes amigos a rivales.
Ambos amigos se encontraban en una de las calles del lugar de su residencia ingiriendo bebidas embriagantes y en determinado momento comienzan a discutir, para luego sacar a relucir sus armas blancas, ocasionándose lesiones de gravedad.
Familiares de estas personas los trasladaron de urgencia al Hospital Regional de Canatlán, pero dado el riesgo de perder la vida por las heridas fueron enviados a la capital del estado.
Ahora se encuentran graves recibiendo atención medica en el Hospital General de la ciudad de Durango. A Juan y a Mauricio, los médicos les apreciaron, al primero de ellos dos heridas punzo cortantes, la primera localizada en región malar lado izquierdo de diez centímetros; la segunda en el costal lado izquierdo.
A Mauricio le apreciaron una herida punzo cortante de abdomen de 15 centímetros con exposición de vísceras. Testigos señalan que dichas lesiones se las ocasionaron entre ellos, cuando se encontraban en una discusión acalorada en una de las calles del lugar ya mencionado.