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De Política y Cosas Peores

CATÓN

 "-M E acuso, padre -dice la muchacha al sacerdote-, que anoche estuve con mi novio, y pequé con él de manos y de boca". "-¡Qué barbaridad! -se escandaliza el señor cura-. Pues ¿qué hiciste?". "-Bueno -explica la muchacha-, él me pidió una cosa, y yo con el dedo le dije que no y con la boca le dije que se fuera a tiznar a su mamá " A aquella muchacha la apodaban "La tuerca". Al final siempre se apretaba... Comentaba una señora: "-Cuando nos casamos mi marido tenía torso de atleta, bíceps de atleta, cuello de atleta. Ahora nada más tiene el pie"... "-Soy partidario de la pena capital -decía Babalucas-. Claro, a condición de que no sea tan severa"... Bustolina Grandchichier, vedette de moda, le dice a su maduro galanteador en la terraza del jardín: "-Si viera usted, don Algón, cómo me pone romántica la lana. Digo, la luna"... La mamá de Pepito le dijo que a los niños que se chupan el dedo se les infla la panza. Poco después llegó la tía del niño, que estaba enferma de gustos pasados, o sea embarazada. Le dice Pepito: "-Ya sé lo que hiciste para estar así"... Cómo te ha ido en tu trabajo de escritor?" -le pregunta uno a su amigo-. "-Bueno -contesta éste-. Por los menos no tendré problemas para comer el próximo mes. Vendí tres artículos". "-¿Ah sí? -se alegra el otro-. ¿Cuáles?". "-El anillo, un juego de plumas y el reloj"... La llorosa muchacha que mostraba un evidente estado de embarazo decía muy compungida: "-Mi novio es fotógrafo, y me dijo que me iba a hacer una ampliación. No creí que se refería a ésta"... De regreso de su primer día de clases en el kinder dice Pepito a sus papás: "-Conocí a una niña que se llama Rosilita, y he decidido casarme con ella". "-¡Ah, caray! -exclama con una sonrisa la mamá-. ¿Y a dónde la vas a llevar a vivir?". "-A mi cuarto, conmigo -responde Pepito-. No creo que mi hermano se oponga". "-¿Y la comida?" -pregunta la señora-. "-Siempre dejo algo en el plato -contesta Pepito-. Alcanzará muy bien para ella". Entonces interviene el papá: "-Se ve que has pensado las cosas, Pepito -le dice-. Pero ¿y cuando lleguen los hijos?". "-No llegarán -replica el niño con mucha seguridad-. Ya sé cómo se evitan". "-¿Cómo?" -preguntan al mismo tiempo los papás mirándose con preocupación-. "-Es muy fácil -explica Pepito-. Si Rosilita llega a poner un huevito, se lo aplasto"... "-No entiendo a la Justicia -se quejaba en la cárcel un sujeto-. Cuando hacía feliz a una mujer todo mundo me tenía en buen concepto. Ahora que estaba haciendo felices a dos me meten a la cárcel por bígamo"... El cliente al mesero del restorán: "-¡Camarero! ¡Hay una mosca en mi sopa!". El mesero al cliente, con tono de reproche: "-No sea usted egoísta, señor. ¿Qué tanta se puede tomar el pobre bichito. Nalguiria jamás había ido a un partido de tenis, pero un amigo suyo la invitó a ver un juego. Extrañado, el amigo observó que en el curso del encuentro Nalguiria se sentaba ya inclinando el cuerpo hacia la derecha, ya inclinándolo hacia la izquierda. "-¿Por qué cambias de posición una y otra vez?". Responde ella señalando a donde estaba el juez: "-¿No oyes a ese señor? Cada rato dice: "-Cambio de bola"... Sigue a continuación un chiste que no entendí... En el bar del hotel, el joven viajero entabló conversación con la chica de ubérrimos encantos que bebía su copa ahí, en la barra. Le pregunta: "-¿Cuántas copas se necesitan para ponerte beoda?". "-Con que me pagues tres -responde ella-. Pero no me llamo beoda". (No le entendí)... FIN.

Escrito en: Pepito, dice, estaba, muchacha

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