Como cada año, se ha iniciado la época más importante para las finanzas públicas del país. Por ley, a más tardar el 15 de noviembre el presupuesto de egresos de la federación tendrá que ser aprobado por la Cámara de Diputados, en ejercicio de una facultad que constitucionalmente corresponde sólo a ella.
Aún a sabiendas de que una gran parte del presupuesto es inercial, es decir, va a cubrir el gasto corriente que el gobierno necesita cubrir cada año como los sueldos a maestros, médicos o burócratas, existe una parte del mismo que puede ser destinada a distintos gastos de infraestructura o inversiones que los gobiernos, tanto el federal como de los estados, deciden como prioritarias para el desarrollo de ciertas regiones del país.
Las negociaciones sobre el presupuesto en la Cámara de Diputados reflejan, en un sentido ideal, las prioridades de la sociedad acerca del destino del gasto público. Sin embargo, como cada año, se trata de un ejercicio en donde se revelan las prioridades de los distintos actores políticos que nos representan en la Cámara de Diputados. Estas prioridades no necesariamente representan las de la sociedad, como se ha notado desde hace mucho tiempo por los estudiosos de la ciencia política. La posibilidad de tener pesos y contrapesos, como por ejemplo la reelección de legisladores pudiera tener un efecto positivo en alinear las prioridades de la sociedad con aquellas que de los actores políticos.
Las condiciones sociales también van marcando pesos y contrapesos en la definición de la agenda de gobierno. Al igual que en los años anteriores, la seguridad es un tema que está en el centro del debate, por ejemplo, según la propuesta de presupuesto presentada por el ejecutivo, las partidas relacionadas a seguridad pública y procuración de justicia registran un alza del 11% con respecto al año 2011.
Otro tema que no había sido tratado de manera específica en el presupuesto de años anteriores ya que implica un tratamiento transversal, es el de los jóvenes que no estudian ni trabajan. Se espera que este sector de la población cuente con becas y capacitación para el trabajo. Un logro que el gobierno federal en turno se anota con el ejercicio de este presupuesto es la cobertura universal de salud, en buena medida mediante la ampliación de cobertura del Seguro Popular, que en la práctica es operado por los sistemas descentralizados de salud en los estados.
Aunque es necesario reconocer que la definición del presupuesto de egresos de la federación es muy importante, es necesario recordar que la transparencia y rendición de cuentas con que se ejerce el presupuesto de egresos todavía representa uno de los mayores retos de nuestro sistema democrático.