Las mujeres siguen percibiendo remuneraciones más bajas que los hombres, pero la brecha se ha reducido desde la década de 1960 y en ello la píldora anticonceptiva ha tenido un significativo impacto, reveló un estudio.
Refirió que un tercio de los avances salariales que tuvieron las mujeres durante la década de 1990 se deben a la disponibilidad de los anticonceptivos orales.
“Las mujeres que tuvieron acceso temprano a la píldora en las décadas de 1960 y 1970 ganaban, en promedio un 8.0 por ciento más en las décadas de 1980 y 1990”, explicó Martha J. Bailey, economista de la Universidad de Michigan y autora principal de la investigación.
Para el estudio, que se publicará en la edición de julio de la revista American Economic Journal: Applied Economics, el grupo de especialistas analizó las carreras de unas cuatro mil 300 mujeres, que nacieron entre 1943 y 1954, empleando los datos de la Encuesta Nacional Longitudinal de Mujeres Jóvenes.
Estas mujeres enfrentaron diferencias en su capacidad legal para obtener de sus médicos la píldora entre las edades de 18 y 21 años.
“La dificultad para analizar el efecto de la píldora sobre las carreras de las mujeres deriva del tiempo de su aparición”, dijo Bailey.
“Por causa o coincidencia la difusión de la píldora coincidió con cambios importantes en las normas e ideas acerca del trabajo de las mujeres y el fin de la explosión demográfica conocida como ‘Baby Boom (los nacidos entre 1945 y 1964)", explicó.
Después que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó la píldora en 1960 las leyes en diferentes estados fijaron distintos límites de edad para que las mujeres pudieran adquirirla legalmente.
Estas leyes cambiaron en casi cada Estado del país, principalmente debido a la disminución de la edad para votar a los 18 años, y el efecto secundario inadvertido fue que las mujeres pudieron obtener la píldora a edades más tempranas.
Esa situación significó que las mujeres ya no tenían que optar entre buscar pareja (y el riesgo de embarazo) o invertir en su educación y sus carreras, aseguró el estudio.
El acceso más temprano a la píldora duplicó su uso entre las mujeres de 18 a 20 años, precisamente las edades afectadas por las restricciones legales al acceso, pero no a las mayores de 21 años que no tenían esos límites legales.
El uso de la píldora a los 18 años subió un 140 por ciento, y hacia los 20 años de edad era un 20 por ciento más alto en los estados con acceso legal más temprano que en el uso medio nacional a esas edades.
“En la medida en que la píldora proporcionó la expectativa de un control mayor sobre la crianza de hijos, las mujeres invirtieron más en su capital humano y carreras”, refirió el estudio.
Apuntó que “la mayoría que tenía alguna educación universitaria se benefició de estas inversiones mediante notables progresos en sus remuneraciones en el curso de sus vidas laborales”.
El análisis muestra que casi dos tercios de estos avances en remuneraciones inducidos por la píldora se debieron a un aumento de la experiencia en el mercado laboral; otro tercio provino de más logros educativos e ingreso en ocupaciones que no habían sido para mujeres.
“Nuestros resultados tal vez subestimen la influencia más amplia de la píldora porque no exploran el efecto de los cambios en el acceso a ella más allá de los 20 años de edad, ni sus efectos sociales potencialmente enormes”, apuntó.
Sin embargo, “la disponibilidad de la píldora probablemente también alteró las normas y expectativas acerca del matrimonio y los hijos, así como las decisiones de las empresas al contratar y promover a las mujeres”, agregó.