Íconos en deconstrucción

¿De qué elementos se compone un ícono cultural?

Basta decir su nombre para que una imagen aparezca. A esa imagen se le agrega otra, y otra, hasta que eso llamado “identidad” toma forma.

Más allá de la música, el diseño o la pintura, David Bowie, Alexander McQueen, Frida Kahlo, Bob Dylan y The Beatles, se convirtieron en íconos cuya influencia ha tocado todas las ramas del arte. No es necesario conocerlos a fondo para haber tenido un encuentro, en algún momento, con uno de sus trabajos, de sus canciones, de sus cuadros. Esta presencia, que va más allá del tiempo y los lugares, ha llevado a importantes museos a dedicarles exposiciones en donde se muestran fotografías inéditas, objetos personales o de culto que buscan descifrar lo que se esconde bajo su genialidad.

The Beatles

Decir que son la banda de mayor influencia en la cultura mundial de la historia es caer en un lugar común, pero también es muy difícil negarlo. Su música, su corte de cabello, su ropa, sus accesorios, sus actitudes... Todo se resume en la “beatlemanía” que a estas alturas ya parece permanente. Como una respuesta más a este fenómeno, Mike Mitchell presentará en la la Galería de Arte David Anthony de Nuevo México, las fotografías que tomó durante el primer concierto que la banda ofreció en Estados Unidos, en 1964. Para muchos, esa noche se considera histórica.

Alexander McQueen

El eterno “Enfant Terrible” de la moda, trágicamente desaparecido en 2010, era un genio del Siglo XIX atrapado en un mundo que supo acoger y admirar sus creaciones. Inspirado de manera permanente por cuentos de Grimm y Edgar Allan Poe, cada pieza de sus colecciones contraponía la belleza con el horror, y sus presentaciones eran más una obra de teatro que un desfile de moda. En honor a su legado, durante 2011 el Metropolitan Museum of Art presentó la exposición “Alexander McQueen: Savage Beauty”, en donde a través de las salas “The Romantic Mind”, “Romantic Gothic and Cabinet of Curiosities”, “Romantic Nationalism”, “Romantic Exoticism”, “Romantic Primitivism” y “Romantic Naturalism”, exploró la casa de monstruos que era la imaginación de McQueen.

David Bowie

David Bowie es la representación por excelencia de la palabra “camaleónico”. Considerado una de las figuras más importantes de la cultura contemporánea, el artista andrógino, polifacético, influyente al grado de alcanzar a todas las ramas del arte, se ha alimentado siempre de lo mismo que refleja: cine, teatro, poesía, rock, moda. De arte, en todo el sentido de la palabra. El museo Victoria & Albert (V&A) de Londres inauguró en marzo la exposición “David Bowie Is”, una retrospectiva en donde se muestran 300 objetos del artista que van desde canciones escritas a mano hasta vestuarios icónicos. El objetivo es claro, a través de la muestra se busca que el espectador responda –o descubra- ¿quién es David Bowie?

Bob Dylan

Pocos artistas tienen la vigencia de Bob Dylan. Y pocos ejercen el mismo nivel de influencia. De él, se dice que introdujo las palabras al mundo del rock, las letras cargadas de poesía, llenas de riqueza y multiplicidad. Con más de 40 años como referente cultural, la Galería Nacional del Retrato en Londres presentará una exposición con una serie de retratos pintados por Dylan, que funcionan como una mezcla de memoria e imaginación del autor, y además, como una ventana a aquellos fanáticos que deseen conocer la manera en que funciona la mente de Dylan. La exposición se titula “Bob Dylan: Face Value”.

Frida Kahlo

Su vida se mantuvo en la fina línea entre inspiradora y tormentosa, y sus pinturas, honestas ante todo, se convirtieron en uno de los mayores referentes para conocer el arte mexicano desde la raíz. Una de las exposiciones más importantes de los últimos años es “Las apariencias engañan”, presentada en La Casa Azul, que fuera el hogar de Kahlo y Diego Rivera. Compuesta por rebozos, vestidos, corsés, huipiles, enaguas, mantos y accesorios, entre otros objetos de la pintora, “Las apariencias engañan” toma su nombre de una ilustración de Kahlo, en donde refleja cómo la ropa no sólo ayudó a ocultar sus problemas físicos, sino que construyó gran parte de su identidad.