Hasta siempre, Morelia

El glamour, las figuras, el arte, las emociones, los talentos emergentes y las leyendas. Una semana de ensueño cinematográfico terminó. Una semana de estrenos, de retrospectivas y de ciclos. Una semana de conferencias, fiestas, presentaciones y huidas. Una semana de cine. Una semana donde Morelia se convirtió en el mismísimo paraíso del celuloide.

El sábado por la tarde se celebró la ceremonia de clausura en el Teatro Ocampo, enclavado en el primer cuadro de la capital michoacana. Fue la entrega de los “Ojos”, como se llaman las esculturas que hacen las veces de preseas que reciben los ganadores, diseñada por el artista michoacano Javier Marín.

El largometraje “La jaula de oro”, sobre tres adolescentes centroamericanos tratando de ir a Estados Unidos ilegalmente, fue la gran ganadora de la 11 edición del festival, al obtener tres premios: Del Público, Ópera Prima y Guerrero de la Prensa, otorgado por los medios acreditados en el certamen.

Pero el más importante fue para “Workers”, de José Luis Valle, acerca de un hombre que vive las últimas horas previas a su jubilación y la de una sirvienta que ve cómo su jefe le deja toda su herencia a una perra.

“Es casi un cliché, pero este es un reconocimiento a la película, es un festival que muestra el músculo del cine mexicano que es extraordinario”, dijo Valle, de origen salvadoreño, al recibir su premio. Como Mejor Actor se elevó un premio compartido entre Harold Torres y Carlos Barde, quienes en la cinta González interpretan a un hombre que busca empleo y a un supuesto mesías religioso. La categoría de Actriz fue ganada por Adriana Paz de “Las hojas muertas”, cuyo director Aarón Fernández, se quedó con la mención especial en su puesto.