¿Pues no que un 'nuevo' PRI?
Definitivamente ese discurso de "un nuevo PRI", del 2012, cuando el Partido Revolucionario Institucional buscaba regresar a la Presidencia de la República quedó en eso, en un simple discurso, una ocurrencia, un eslogan de campaña y nada más. No hay un nuevo PRI, nunca lo hubo y lo que es peor, parece que empeora.
Hablar del partido y de los que lo conforman es totalmente distinto. Por un lado, están quienes con su quehacer diario proyectan lo que es el PRI, para bien o mal, por convicción o trabajo, pero es parte de su responsabilidad. Por el otro, el partido, que de acuerdo a sus ideales y reglamentos da cabida o no a las personas que con sus actos los representa.
Podrá haber nuevos priistas, nuevas formas de pensar y de actuar, pero hablar de un nuevo PRI es otra cosa y ha quedado demostrado. Permanecen los vicios y la manera de operar. Permanecen las formas y una ideología de poder que desafortunadamente influyen negativamente en la imagen del partido.
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, exlíder del PRI en el Distrito Federal es el mejor ejemplo de lo que comento. Un político de 46 años acusado de operar una red de prostitución al interior de su partido. ¿El claro ejemplo de un priista? No, sería injusto generalizar, pero representa al partido y como tal sus presuntos delitos terminan repercutiendo en su "hogar".
¿Cómo el PRI acoge -e impulsa- a personajes como Gutiérrez de la Torre? Sin duda una pregunta que tendrán que responderle a la sociedad, a los mexicanos y a sus militantes. ¿Qué pensarán los diversos sectores femeninos del PRI que al interior de su partido, en sus instalaciones, se condicione a mujeres a un trabajo a cambio de favores sexuales?, ¿Cómo explicarles a las mujeres priistas -que son millones- que su partido no tuvo la debida precaución de vigilar a militantes que abusaron de ellas física y sexualmente?
El escándalo de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre se da, en gran medida, por la complacencia del PRI. Si en verdad fuera un nuevo partido, con nuevas formas y nueva ideología, esto no hubiera pasado, y lo saben. El PRI cometió una omisión grave, por seguir con la vieja escuela donde "no pasaba nada", donde "todo se podía arreglar con dinero".
Es tiempo de que los nuevos priistas, esos que festejan las victorias electorales y se acomodan en la nómina de Gobierno, comiencen a pugnar por un verdadero PRI modernizado, por un "nuevo partido" que deje de solapar a personas como Gutiérrez de la Torre y que proyecte la forma de pensar de los nuevos políticos. Aunque lo duden, el tiempo ya es un factor, y todas esas promesas que realizaron para volver a Los Pinos las tendrán que cumplir, o de lo contrario, una vez más (y en definitiva) revivirán la historia del 2000, cuando el "viejo PRI" se sentía invencible... ¿o ustedes qué opinan?
Twitter: @jperezarellano