Las Unidades de Atención Ambulatoria estatales operan con 35% de los medicamentos considerados en el cuadro básico. Así lo indica el “Diagnóstico estratégico de la calidad del primer nivel de atención de los Servicios Estatales de Salud”, realizado por especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Según el estudio, dichas unidades sólo cuentan en promedio con 92 de 264 claves. Asimismo, documenta el deficiente manejo, inexistencia de reglamentos y mecanismos adecuados para evitar la caducidad, el robo y la merma de medicamentos, así como baja capacitación y continua rotación de los encargados.
De acuerdo con el análisis,los problemas del suministro de medicamentos de las unidades parecen ser endémicos. “Todo ello, añadido a los problemas de adquisición, desemboca en problemas constantes en la disponibilidad de los medicamentos que se necesitan, tanto en almacenes centrales y jurisdiccionales”, indica el documento.
Luis Durán Arenas, jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, aseguró que la falta de medicamentos es una muestra de que el sistema está mal y la consecuencia de que no haya medicamentos en centros de salud es el uso indiscriminado de las farmacias. “Se han convertido en el primer contacto. Hay casi 100 millones de consultas en farmacias al año en México, eso las ha constituido como nuestro primer nivel de atención”, indicó.
El hecho de que no se encuentren los medicamentos en las unidades de atención, agregó, provoca que las personas vayan a buscar atención donde sí los hay. Sin embargo, lamentó el especialista, el impuesto que pagan los ciudadanos para que se proteja a 50% de la población del país con el Seguro Popular, no sirve, pues gran parte de ésta no cuenta con servicios de salud y tiene que pagar de su bolsillo sobre todo para medicamentos. “No hemos hecho nuestro trabajo. No hay médicos de cabecera cerca de las personas, no tenemos un sistema eficiente que brinde atención a las personas”, añadió Durán Arenas.
El diagnóstico señala que entre 2008 y 2013 se registró un aumento de unidades de atención cercano a 13%; sin embargo, persisten las deficiencias en la dotación de servicios básicos (agua, drenaje, luz, servicios de comunicación) y de las áreas de atención necesarias tanto en zonas rurales como urbanas.