Estudian la viabilidad de nuevas variedades de tomate en Durango

Como parte de su programa de fortalecimiento de las ingenierías de Agronomía e Innovación Agrícola Sustentable, el Instituto Tecnológico del Valle del Guadiana (ITVG) de la mano con tres empresas comercializadoras agrícolas realiza un proyecto de investigación de al menos seis nuevas variedades de tomate, mismas que se pretenden introducir en los invernaderos del estado para potenciar la producción.

Al dar a conocer lo anterior, Marcelo Hernández Antuna, responsable del citado programa y de los proyectos que de este de derivan, destacó que en uno de los invernaderos del ITVG y con el apoyo de estudiantes tesistas y de servicio social, se inició la producción con las variedades Moctezuma, Kikapu, Aquiles 1, V325, V322 y V327, esto en la modalidad orgánica, es decir sin el uso de insecticidas u otros agroquímicos.

Explicó que la variedad de tomate que a la fecha se siembra en los municipios de Nombre de Dios, Poanas, Canatlán y Durango es la denominada Cid, y que las que se estudian a la fecha en el Tecnológico tienen la característica de soportar climas templados, tal y como el que se presenta en la entidad de abril a agosto cuando se da el ciclo más fuerte de producción en la modalidad de agricultura protegida.

Hernández Antuna subrayó que desde el ciclo del año pasado, los agricultores de los municipios en mención expresaron su inquietud de contar con nuevas variedades de la hortaliza que les garanticen volumen y calidad en sus invernaderos, necesidad que -apuntó- debe atenderse si se toma en cuenta del crecimiento que se registra en los años recientes en el cultivo del citado alimento.

Derivado de lo anterior, las empresas Harris Moran, Vimori y Agriseeds confiaron en el ITVG para emprender el proyecto de investigación y generar en el mediano plazo la opción de variedades nuevas y acordes con el clima de Durango, que den paso a mejores rendimientos por hectárea.

El maestro investigador del Instituto Tecnológico del Valle del Guadiana recordó el potencial que Durango registra para la producción de tomate, porque si bien hace pocos años proliferaron los invernaderos de una hectárea en pequeñas propiedades, a la fecha se registran infraestructuras de este tipo de hasta 10 hectáreas que atienden la demanda del mercado local y regional.