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Doblemente indocumentados

ANDREW SELEE

Cuando Pascual, un joven de 17 años que vive en Texas y está por graduarse de la preparatoria, empezó a prepararse para ir a la universidad, se dio cuenta de un problema serio. No simplemente no tenía documentos para vivir legalmente en Estados Unidos, sino que tampoco tenía un acta de nacimiento ni otro documento de identidad mexicano.

Nació en un pequeño paradero en Querétaro, a dos días de camino de la cabecera municipal en esos días, y, como millones de mexicanos, sus papás no lo registraron. Luego, cuando Pascual tenía apenas un año de edad, decidieron emprender el viaje al norte para probar suerte, y llegaron a vivir a Texas sin que él tuviera documentos ni de aquí ni de allá.

John, un joven de California, está en la misma situación aunque por razones distintas. Llegó a los cuatro días de nacido a EU, adoptado por una familia estadounidense, pero el abogado corrupto que hizo el trámite de adopción, no les dio un acta de nacimiento verídico. Hoy a los 26 años, John es piloto y escritor y aspira ingresar a las fuerzas armadas del único país que conoce, EU, pero no puede por no tener ningún documento que le acredite su existencia legal.

Lo especialmente trágico para Pascual y John es que ambos califican para DACA, el programa de regularización para los llamados Dreamers o Soñadores, jóvenes que llegaron como niños a EU sin papeles y que ahora pueden legalizarse, excepto que no tienen ningún papel que acredite su identidad y, por tanto, no pueden iniciar el proceso de aplicación a la legalización. Los consulados mexicanos no pueden expedir documentos de registro civil y el gobierno estadounidense no tiene permisos especiales para que vayan a registrarse en sus municipios de origen, así que estos jóvenes viven en un limbo permanente, sin ser ciudadanos de ningún país y sin documento alguno que constate su existencia.

Hay alrededor de 6 millones de mexicanos que viven en los EU sin documentos, pero dentro de éstos hay un grupo de varios cientos de miles, como Pascual y John, que son doblemente indocumentados. Algunos están escritos en el registro civil de su estado, pero no tienen copia física del acta de nacimiento, mientras muchos otros simplemente nunca fueron inscritos en el registro civil. Algunos de estos migrantes califican ahora para la legalización por via del DACA. Si algún día hay una reforma migratoria, muchos más pueden calificar para la legalización, pero en los dos casos no hay manera ni de iniciar el proceso sin tener documentos de identidad.

Karen Mercado, quien fundó la organización Be Foundation para hacer frente al problema de los mexicanos que no tienen identidad, indica que es un grupo que asciende a más de siete millones de conciudadanos en México, según estimados de Renapo, pero que los mexicanos como John y Pascual son "doblemente invisibles", ignorado por las autoridades en ambos países y con un estatus especialmente precario.

Para llamar atención este tema, la Be Foundation (www.befoundationmexico.org) tendrá dos foros en los próximos días, uno en la Ciudad de México y el otro en Washington, DC.

Vicepresidente Ejecutivo del Centro

Woodrow Wilson

Escrito en: Andrew Selee Pascual, pueden, mexicanos, documentos

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