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Duelo de titanes

Verónica Castro Bojórquez

Fotos: Manuel Dávila Romo |

El Siglo de Durango

Pocas veces se puede disfrutar de un magno concierto y la verdad que en el Primer Encuentro Internacional de Arpa se han podido disfrutar de bellos recitales plagados de una calidad impecable, gracias a la participación de los exponentes que asistieron a este importante evento.

La noche del jueves los duranguenses pudieron disfrutar de un espectáculo digno de presentarse en cualquier parte del mundo, gracias a la actuación que ofrecieron tres arpistas: el colombiano Edmar Castañeda y los paraguayos Celso Duarte y Nicolás Caballero; cada uno, en su estilo, demostró su calidad interpretativa al tomar entre sus brazos el arpa, la cual rasgaron e hicieron sonar mágicamente inundando de bellas notas el recinto duranguense.

FOLCLOR COLOMBIANO

El Teatro Victoria fue el lugar seleccionado para este concierto, que llevó por título “Su majestad el arpa”, el cual fue organizado por el Instituto Municipal del Arte y la Cultura y la Asociación de Arpistas de Durango, AC, dentro del Festival Cultural “Otoño 2004, la estación de las artes”.

Para iniciar con el evento, la juventud y talento del colombiano Edmar Castañeda se hicieron presentes. Con temas de su autoría y de otros compositores logró cautivar a los asistentes con ese estilo único que posee.

Sus obras están plagadas de una fusión de ritmos, las cuales fueron ovacionadas por los asistentes, quienes también disfrutaron de la música tradicional colombiana. Entre las melodías que escucharon se pueden mencionar: “Spain”, “Cuatro de colores”, por mencionar algunas.

Edmar Castañeda es originario de Colombia. Recientemente llevó su único y vivo estilo de música al Arka Lounge en Nueva York.

Tras la destacada participación del colombiano, la presencia y experiencia del paraguayo Celso Duarte inundaron el lugar, ataviado en pantalón negro, camisa roja y poncho en ambos tonos.

GRAN MAESTRO

Desde el primer rasgueo de cuerdas que ofreció Celso Duarte, demostró ser todo un maestro; de inmediato se “echó” al público duranguense a la bolsa, que de inmediato le obsequió sonoros aplausos, mismos que agradeció agachando su cabeza levemente y esbozando una leve sonrisa.

La primera pieza que ejecutó fue “Llegada”, de Felipe de Cardoza, para seguir con “Para ti”, “Lamento”. El arpista anunció que a él le había tocado ejecutar temas tradicionales de su país, Latinoamérica y México.

Un momento especial fue cuando el público escuchó las primeras notas de “Un viejo amor”, la cual despertó la admiración de los presentes, a algunos de les enchinó la piel. Al concluir la pieza el arpista dijo: “¿no necesitó presentación verdad?”, para anunciar que ejecutaría el tango “Pregonera”, a la cual siguieron “Morir por tu amor” y “Cerro coral”.

Pero lo mejor de la noche estaba por venir, debido a que Celso Duarte invitó al escenario al también paraguayo Martín Portillo, quien la noche anterior había ofrecido un concierto en el mismo recinto. Juntos ofrecieron un grato momento al respetable; Portillo en la guitarra y Duarte en el arpa, ambos compartieron “María Elsa” y “Guaraní futbol club”. Al tener el efectivo acompañamiento, Celso Duarte no dudó en decir: “hasta que encontré a alguien que me acompañara bien, tenía que ser arpista”, dijo, para después confesar que no habían tenido la oportunidad de ensayar y por tal motivo volvieron a recibir el reconocimiento del público.

EL GENIO

Para cerrar con broche de oro, el no menos talentoso y profesional arpista paraguayo Nicolás Caballero, “el genio del arpa paraguaya”, logró cautivar al público asistente con su música, sus manos parecían dos colibríes felices por estar libres.

Un gran maestro en la ejecución del arpa, un hombre sencillo y agradecido con la vida y lo que ésta le ha brindado, pero también con México y Durango, debido a que por vez primera visitaba este país y por ende a Durango, quien lo recibió con los brazos abiertos.

Él ofreció música tradicional de su país, pero también incluyó composiciones de otras naciones. Las sevillanas, rumba flamenca, el bolero, la gitanería, la samba, el tango, estuvieron presentes a través de esta presentación. El arpista también demostró su calidad como compositor; sus obras estuvieron llenas de bellas emociones, las cuales despertaron los mejores sentimientos entre los asistentes, que disfrutaron de un concierto más de arpa en Durango; instrumento que la Asociación de Arpistas de Durango, AC, desea rescatar.

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TRAYECTORIA

Amplia carrera

Nicolasito Caballero, como lo llaman cariñosamente, es oriundo de Asunción, República de Paraguay. A los tres años inició su teórica carrera artística con su genio despierto y sin dudas a dominar muy pronto las 36 cuerdas del arpa paraguaya.

A los cuatro años de edad debutó por vez primera ante un público exigente en el primer coliseo municipal Ignacio A. Pane, de la ciudad capital de Paraguay. Un año después dio sus primeros pasos en una gira emprendida por el interior del país, específicamente el norte, dando muestras de sus grandes dotes del eximio intérprete del arpa paraguaya.

A lo seis años inició su primera gira por el exterior, llegando primeramente a Uruguay, para luego visitar Costa Rica y Argentina, lugares donde asombró a quienes lo vieron y escucharon sus genialidades, su corta edad, su diminuta figura, pero sus grandes proyecciones hacia un nuevo estilo hasta hoy inimitable.

Más de 30 años vivió recorriendo todo el mundo y son testigos de ellos 25 países en donde realizó grandes conciertos y arreglos orquestales para los mismos.

FICHA TÉCNICA

EVENTO: Concierto de arpa.

TÍTULO: “Su majestad el arpa”.

PARTICIPANTES: Celso Duarte González, Edmar Castañeda y Nicolás Caballero.

DÍA: Jueves 18 de noviembre de 2004.

HORA: 20:00 horas.

LUGAR: Teatro Victoria.

ORGANIZADOR: Instituto Municipal del Arte y la Cultura, Asociación de Arpistas de Durango, AC, y Festival Cultural “Otoño 2004”.

Escrito en: Duarte, Celso, Durango,, cual

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