Bajar las millonadas a partidos debe ser acuerdo unánime
En un acto inesperado, incluso insólitos para muchos, pero que debiera ser imitado, senadores de los Partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática propusieron reformar la Constitución para reducir a más de la mitad el financiamiento precisamente a los partidos políticos, el cual podría alcanzar el año entrante, así como está hoy, más de cuatro mil millones de pesos.
La iniciativa fue presentada por el vicecoordinador de los senadores panistas, Francisco Búrquez, quien planteó modificar la fórmula aritmética usada para calcular la bolsa millonaria que el gobierno entrega por año a todos los partidos. En la actualidad, el financiamiento público para sostener las actividades ordinarias de los partidos se fija multiplicando el número de ciudadanos inscritos en el padrón por el 65 % del salario mínimo, lo que arroja cifras estratosféricas de un dinero que nos pertenece a todos, muy necesario para aliviar tantas necesidades sociales en el país.
Desde muchos años atrás, los partidos enfrentan el rechazo y escepticismo de la ciudadanía; de hecho resultan ser, junto con las corporaciones policiacas, las instituciones con menor confiabilidad, pues más de un 90% cree que gastan demasiado y trabajan poco. Encuestas actuales del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) y de la Secretaría de la Función Pública coinciden en que un 91% considera corruptos a los partidos políticos. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática les concede una pizca de gracia y estima que el rechazo de los mexicanos hacia estos organismos políticos es del 85 por ciento.
En décadas anteriores, se acuñó la idea de que la diversidad ideológica y las distintas corrientes de pensamiento enriquecen la democracia y, con base en tal principio, se abrió la posibilidad de otorgar el registro a partidos de cualquier tendencia política, lo cual no sería un problema si buscaran servir en serio y no solamente obtener recursos y posiciones para beneficio propio. Así, hubo partidos de corta duración que, cuando ya no pudieron sostener su falsa preocupación por el bienestar mayoritario, desaparecieron del mapa político, no sin antes lograr alguna prebenda.
La experiencia de casi una decena de partidos con registro electoral hoy en México no ha sido precisamente la mejor en términos de fortalecer la democracia o mantener la apertura a las ideas ciudadanas. En la práctica, la mayoría de ellos opera como una empresa privada y funciona para empoderar a sus cúpulas.
Es difícil asegurar que en nuestro país haya un ejercicio pleno de la pluralidad cuando en cada proceso electoral los partidos unen fuerzas, mas no para conformar un bloque sólido ideológicamente -en realidad, es lo último que toman en cuenta- sino para alcanzar el poder a como dé lugar, así sea teniendo que sonreír y hermanarse con un acérrimo adversario.
De esta manera, en resumidas cuentas, si el sistema de partidos políticos cumpliera su misión, nuestro país sería otro; entonces, a quienes más conviene cambiar el orden establecido es justamente a los propios partidos; son ellos los que deben estar altamente interesados en recuperar la confianza del electorado, y una forma elemental es renunciando a tanto dinero que no les corresponde. Así de sencillo.
COLMILLOS Y GARRAS
LA MAYORÍA EN Durango estaría de acuerdo en que sean encarcelados los malos constructores de la supercarretera Durango-Mazatlán, como lo propuso el dirigente priísta Manuel Herrera Ruiz. No basta la sola rehabilitación y reconstrucción de ciertos tramos, sino que debe investigarse a fondo para sancionar actos de corrupción, porque los hubo, con toda seguridad... RICARDO PACHECO DEBE parar en seco a su sobrino político, Javier Alarcón Alanís, director del Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), quien alardea con ser el próximo secretario de salud en el estado, una vez que su tío "sea gobernador de Durango". Por lo pronto, empleados y usuarios de esta institución ya no aguantan el maltrato y prepotencia de este funcionario... EL SECRETARIO DE Educación Pública, Héctor Vela, advirtió que el próximo lunes 2 de Noviembre, día de Muertos, sí habrá clases y no debe tomarse como puente.
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